La guerra que tiene abierta desde principios de legislatura la Agencia Valenciana de Turismo contra las plataformas on line como Airbnb que comercializan pisos particulares para uso turístico ha terminado en los tribunales. El próximo 14 de noviembre se dirime en València el contencioso de la plataforma Homeaway tras su recurso contra la multa de Turismo de 30.000 euros por no retirar las viviendas que no están apuntadas en el registro autonómico.

La presión del secretario autonómico, Francesc Colomer, en este sentido, ha generado acuerdos, como la reciente retirada de cientos de viviendas clandestinas en València por parte de una web. Homeaway, sin embargo, se ha negado.

«Todo esto se basa en interpretaciones diferentes de la norma. Nosotros mantenemos que como proveedor de la sociedad de la información nuestra responsabilidad es la retirada de contenidos que vulneran la normativa. Y aquí no hay una notificación efectiva», explicaba ayer Joseba Cortázar, portavoz de Homeaway en España.

Según explica, cuando autonomías como Asturias, Andalucía o Cataluña han acreditado la existencia de pisos sin registrar, los ha retirado de su web. En el caso de la C. Valenciana, sin embargo, Homeaway señala que la petición de Turismo es genérica, sin especificar qué viviendas estarían violando su normativa. «Si la administración realiza adecuadamente la inspección y control, cumplimos con nuestra obligación», señala Cortázar.

Exprime el boom turístico

La plataforma aterrizó ayer en València para presentar el IV Barómetro del Alquiler Vacacional en la C. Valenciana, un informe en el que concluye que el uso de vivienda turística ha generado más de 2.600 millones en los dos últimos años, un incremento de 992 millones respecto a 2015 (1.964 millones).

Entre sus principales conclusiones, destaca que la vivienda turística ha sido utilizada en más de 3,7 millones de viajes por usuarios residentes en España de 18 a 65 años, dato que supera en un millón los de 2015. Cortázar señala que la vivienda turística es un alojamiento «complementario a hoteles» puesto que, según el estudio, un 86% de los españoles encuestados contratan tanto una modalidad como otra. Solo el 14% utiliza estos alquileres de forma exclusiva. Los viajes tienen una media de 6,8 noches, una cifra superior en comparación con aquellos que optan por el hotel, con 3,3 noches en 2017.