Miguel Sebastián, que fuera ministro de Industria y Comercio en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, alertó ayer en Valencia sobre las optimistas expectativas que puede provocar el traslado a Valencia de la sede administrativa de CaixaBanc, o a Alicante la del Banco Sabadell. «A corto plazo no habrá ningún cambio porque toda la actividad, la producción de servicios, el empleo, no sufre ningún cambio», comentó, «pero a largo plazo sí que hay un efecto sede porque los centros de decisión arrastran muchos servicios y mucho negocio».

La repercusión económica dependerá de la rapidez conque se puedan resolver los problemas que aconsejaron el traslado. Y eso no parece inmediato. «No está nado claro que Cataluña vaya a ser fácilmente gobernable después de las elecciones convocadas el 21 de diciembre», añadio.

Sebastián acudió a Valencia para dictar una conferencia sobre la posibillidad de «incorporar el altruismo como valor para los consumidores y convertirlo en negocio para la empresa»