La nueva patronal autonómica CEV llegará a su asamblea extraordinaria del jueves de la próxima semana, en la que se aprobarán sus estatutos reformados, con casi todos los deberes internos realizados pero con mucho trabajo todavía por acometer, en términos comerciales, en las provincias de Alicante y Castelló. Las dificultades judiciales y económicas de las patronales de ambas provincias -Coepa y la CEC, respectivamente- provocaron a principios de año la liquidación de la autonómica Cierval. La única fundadora de esta última con solvencia financiera y paz interna, la provincial de València CEV, aprobó en febrero su conversión en autonómica y se convirtió de esta manera en la heredera de la Cierval.
Desde ese momento, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha realizado una intensa labor de captación de asociados en Castelló y Alicante para que la patronal sea autonómica no solo por el nombre sino por representación real. En estos meses, Navarro ha logrado la incorporación de pocas pero significativas empresas y asociaciones tanto del norte como del sur. Solo se han sumado 10 asociaciones, pero entre ellas figuran las más representativas de su respectivo territorio, como la azulejera Ascer, la de fritas y esmaltes y la de transporte de mercancías en el caso de Castelló (4 en total), y las del metal, el calzado, los hoteleros de Benidorm y la Costa Blanca integrados en Hosbec y el pequeño comercio de Facpyme, en el caso de Alicante (6).
En cuanto a las empresas directamente asociadas -una figura que Navarro ha explotado en la CEV desde que accedió a la presidencia en 2011 para incrementar los recursos privados de la organización-, el trabajo realizado hasta la fecha solo ha permitido captar a ocho firmas, algunas tan relevantes como las alicantinas Balearia y Mas y Mas o las castellonenses Obinesa, Grupo Gimeno y Torrecid.
Aunque el peso económico de València es casi tanto como el de Castelló y Alicante juntos, lo cierto es que a Navarro aún le queda por delante una inmenso trabajo de captación, sobre todo si tenemos en cuenta que de su provincia de origen provienen 105 de las empresas afiliadas y 190 asociaciones. En efecto, son muchos los sectores y, en consecuencia, las empresas, que aún no se han asociado a la CEV. En Castelló destacan la construcción y los agricultores de Fepac-Asaja, mientras que en Alicante la lista es mucho más larga e incluye actividades como el transporte, la promoción inmobiliaria, el terciario avanzado, los hoteles que no están en Hosbec, la hostelería y los agricultores de Asaja.
En la patronal autonómica consideran que los nuevos estatutos que aprobará su asamblea el día 16 le permitirán dar un impulso a la afiliación, aunque son conscientes de que el gran paso se producirá cuando se resuelva el futuro de Coepa y la CEC, singularmente conforme se produzcan los requerimientos de las administraciones públicas para que las dos provinciales devuelvan el dinero por subvenciones mal ejecutadas. En ese momento, ambas deberían verse abocadas a la liquidación y, por tanto, dejarían de ejercer de freno para muchas empresas y asociaciones de sus respectivas provincias reacias a dar el paso de afiliarse a la CEV para no ser señaladas como traidoras, pese a que muchas de ellas son conscientes del escaso futuro de Coepa (ahora reconvertida en autonómica) y CEC y de que la Generalitat reconoce como autonómica a la CEV.
En esta última confían en que los consejos empresariales provinciales de nuevo cuño que contemplan los estatutos pueden ser un revulsivo para la captación de socios. Cada provincia tendrá uno de estos consejos, cuyo presidente será a su vez vicepresidente de la CEV. Sin embargo, la estructura de la nueva confederación será la autonómica y, concretamente, la que encarna la CEV desde València.
