Atitlan -firma inversora constituida hace algo más de una década por Aritza Rodero y Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig- ha decidido simplificar su estructura societaria tras sus últimas adquisiciones en negocios relacionados con la construcción y la promoción inmobiliaria. Esta sociedad de inversión ha puesto en marcha Atitlan Grupo Empresarial al absorber a las sociedades Atitlan Beta, Incola Ciudad, Atitlan Solar Capital y A Hundred & One Business. La fusión por absorción ha sido aprobada en junta general por los socios de referencia de las compañías al entender que con esta decisión «se optimizan los recursos del grupo empresarial».

Tras invertir más de 700 millones de euros desde su fundación, actualmente Atitlan mantiene inversiones y proyectos tanto en el sector industrial y de servicios, como en el primario y el inmobiliario. Sus últimas adquisiciones han sido Obinesa (la antigua Lubasa de la familia castellonense Batalla), en la que se ha quedado un 55 % y ha participado en la refinanciación de su deuda. Además, junto con el fondo de inversión inversión británico y otras firmas ha ganado la batalla por la adquisición del suelo perteneciente a la empresa Acinelav, entidad que poseía 300.000 metros en el sector del Grao y parte del recinto que utilizó la competición de Fórmula 1 en el Puerto de València.

Diversificación

Atitlan ha crecido paulatinamente tras invertir, a lo largo de todos estos años, más de 700 millones de euros en diversos sectores y actividades, «pero había generado, paralelamente, una estructura societaria excesiva», según la mercantil.

La corporación empresarial de Centeno y Aritza mantiene inversiones y proyectos en el ámbito agroalimentario como Elaia (olivares para la producción de aceite) y Sea8 (acuicultura). Asimismo, la compañía, según sus gestores, también apuesta por el sector inmobiliario y cuenta con activos en toda su cadena de valor, donde aporta know-how y presencia a largo plazo en otras actividades empresariales.