No hay dudas de la descontrolada magnitud de la expansión inmobiliaria en la Comunitat Valenciana en los años previos a la crisis ni de la corrección efectuada en los últimos tiempos. Ahora bien, la cartera de préstamos hipotecarios existente en la autonomía se mueve en los mismos parámetros por los que se suele medir su economía, es decir, el 10 % del PIB español. Los últimos datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHR), correspondientes al primer semestre de 2017, ponen de relieve que la citada cartera representa el 9,9 % del conjunto del país, tras experimentar un descenso de cuatro décimas respecto del 10,3 % de junio de 2016. Es decir, que sigue la reducción, al igual que en Andalucía, donde baja del 16,6 % al 15,9 %. Por contra, las dos regiones líderes suben. Madrid lo hace una décima, hasta el 19,9 % y cede el primer lugar a Cataluña, que pasa del 20,1 % al 21,7 %.
Comercios
El mencionado estudio de la AHE detalla cómo tres de cada cuatro préstamos hipotecarios españoles tiene una antigüedad superior a los cinco años, prueba inequívoca del menor número de nuevas operaciones de los últimos años. De hecho, solo el 6,6 % se formalizó en el último año. Los datos se refieren a la vivienda residencial. En los comercios es sensiblemente diferente. Los préstamos que superan los 60 meses son el 55 % del total, mientras que los que llegan a los doce se quedan en el 11,9 %.
Otro dato significativo es que casi el 68 % de los préstamos hipotecarios tiene un plazo de amortización superior a los diez años, frente a un 4,3 % que devolverá el dinero antes de finalizar los primeros doce meses. El plazo medio es de 17,81 años. Por otro lado, el 43 % de las operaciones en inmuebles residenciales tiene un importe de hasta 100.000 euros, mientras que el 54 % en el caso de los comercios supera el millón de euros.
