En plena polémica sobre la propuesta que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Cava ha lanzado para paralizar la autorización de nuevas hectáreas de cultivo, el presidente de la Generalitat Ximo Puig fue investido ayer embajador del cava de Requena 2017-2018 durante el III Brindis con Cava de Requena, celebrado en la iglesia de San Nicolás de València. Por este nombramiento Puig mostró «alegría, satisfacción y compromiso», y con el que asumió «la responsabilidad de defender el cava de Requena». Ante el pulso que mantienen los productores requenenses con el Consejo Regulador de la DO, Puig se mostró contundente al afirmar que «es una cuestión muy grave, que pone en riesgo la economía local de toda la comarca y, por tanto, de la Comunitat Valenciana» y se comprometió a «defender» el espumoso valenciano «allá donde haga falta».

Con respecto a este conflicto, el alcalde de Requena, Mario Sánchez, también se pronunció durante el acto anunciando que en defensa del sector del cava valenciano el consistorio requenense «inició conversaciones con la Conselleria de Agricultura para presentar las pertinentes alegaciones ante el ministerio y se ha mantenido siempre junto a agricultores, bodegueros y elaboradores», explicó.

El presidente del Consell animó a los valencianos a consumir productos de la tierra y destacó las cifras de venta del cava requenense que alcanzaron los 6 millones de botellas durante el pasado año y las expectativas para esta campaña, cercanas a los 7 millones, que son una «impresionante cifra», resultado del trabajo de agricultores y vinicultores «a través de la unidad, la cohesión y la cooperación». Además Puig remarcó que el Gobierno valenciano no permitirá que «justo en el momento que el cava valenciano está recogiendo grandes éxitos gracias a la calidad de producción, se frene y se limite la expansión».

Al acto acudieron también la consellera de Agricultura, Elena Cebrián y el Secretario Autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero.