El Consell y la banca van a financiar 721 proyectos con el objetivo de generar cerca de 1.500 empleos. El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha analizado la situación de las personas en paro o con empleo precario que querían emprender y ha comprobado que las entidades financieras han dejado de conceder 18.979.622 euros a proyectos que en principio eran solventes. El estudio precisa que el 41,1 % de las empresas no creadas por falta de financiación eran viables. El IVF ha utilizado el análisis para justificar la creación de un 'Fondo de Fondos Social' en el marco del programa operativo del 'Fondo Social Europeo 2014-2020' con el objetivo de fomentar el empleo y generar riqueza.
Los préstamos que ofrecerá el IVF dirigidos a personas desempleadas o con trabajos precarios que quieran iniciar su propia actividad empresarial contarán con una dotación de siete millones de euros. El Consell estima que los préstamos multiplicarán por 8 su impacto económico al generar un valor añadido bruto de 57,7 millones de euros. Manuel Illueca, director general del IVF, destacó que el "autoempleo o la posibilidad de generar un nuevo negocio constituye una iniciativa excelente para personas desempleadas que en muchos casos cuentan con experiencia y formación en un área, pero a las que el mercado no les ofrece oportunidades de inserción". "Desde el IVF estamos decididos a impulsar nuevas fórmulas de financiación y la colaboración con la Unión Europea puede ser fundamental. Estamos abiertos a estudiar todas las posibilidades y creemos firmemente en la necesidad de facilitar el crédito a aquellas personas que lo tienen más complicado", afirmó el director del IVF.
Acceso a la financiación
El estudio del IVF incide en que el acceso a la financiación constituye un freno importante para la puesta en marcha de actividades empresariales por los desempleados. El documento precisa que el 69,8 % de los casos analizados corresponden a personas que no lograron crear sus empresas porque no consiguieron los fondos necesarios; el 15,6% son desempleados que las pusieron en marcha sin solicitar ayuda a los bancos porque consideraban que no se la concederían; el 8,8 % sacaron adelante sus proyectos contando con menos dinero del que pidieron a las entidades financieras; y el 5,7 % siguieron adelante con su plan empresarial a pesar de que les rechazaron el préstamo.
Los colectivos prioritarios para estos préstamos impulsados por el IVF son los formados por mujeres, mayores de 45 años y personas con baja formación. En concreto, el estudio del IVF prevé que el 57,8 % de los proyectos estará impulsado por mujeres al ser un colectivo prioritario por "la mayor tasa de paro femenino y porque el empleo precario les afecta más".
Las operaciones se canalizarán en primer lugar hacia las entidades financieras privadas y si no las aprueban será el IVF el que concederá la financiación siempre que el proyecto sea viable. El plazo máximo de amortización será de siete años. Los proyectos prioritarios serán los que representen innovaciones en productos o servicios, generen puestos de trabajo adicionales al de las personas que los promuevan y tengan una alta tasa de valor añadido.
Además, se pondrá en marcha un sistema de apoyo a los emprendedores a través de un gran contrato durante toda la vigencia de la operación (hasta 5 años) con el objetivo de aumentar la tasa de éxito. Este programa también se financiará con el fondo social europeo.
