Ni una crónica de fútbol (para los futboleros) ni una novela negra. La economía no es precisamente la alegría de la huerta. Plagada de conceptos que no forman parte del uso diario -y, si lo son, en ocasiones se desconoce su significado real-, de teorías abstrusas y de números sin fin, se trata de una disciplina que pocos manejan con soltura y de la que una mayoría huye como de la peste, a pesar de que impregna todos los aspectos de la vida cotidiana.

Dicho de otro modo, es indispensable y está detrás de buena parte de nuestros movimientos. Como los reportajes de Carl Sagan sobre el cosmos, hay un camino para penetrar en tan complejo mundo de buen grado y salir de él con cierta práctica y algunos conocimientos nuevos que pueden ser de utilidad en el día a día. Son los juegos de mesa que tienen como base las finanzas, la gestión empresarial y las técnicas de negociación. Una buena forma de aprendizaje, además, para futuros emprendedores, potenciales tiburones de los negocios o ciudadanos hartos de que les tomen el pelo.

Un pionero de este tipo de divertimento fue el Monopoly. Ya saben, aquel juego donde había que recorrer calles de grandes ciudades, se compraban casa y hoteles y la mayoría de los jugadores acababa en la bancarrota. Vistos los resultados de aquellos años en que tantos valencianos se dedicaron en la realidad al negocio inmobiliario parece recomendable no insistir.

Sin embargo, hay otros juegos de mesa que exploran otros campos de la economía, algunos de ellos, ciertamente, sin ninguna compasión. Pero, claro, es un juego y alguien tiene que ganar. Bankia publicó en su blog un breve análisis de cuatro de esos juegos «pensados para que se manejen conceptos contables, de gestión y de negociación casi sin darte cuenta y de una forma amigable. Es solo cuestión de sumar, restar, negociar y jugar unas cuantas veces. Ideal para padres de letras». Estas son las características de cuatro de los juegos de mesa con más tirón en el mercado del entretenimiento y que puedes adquirir estas navidades:

Cashflow

Cómo aprender a identificar activos y pasivos

Es el juego creado en 1996 por el autor del libro «Padre Rico Padre Pobre», Robert Kiyosaki. Como explica Bankia, «jugando podemos aprender a identificar activos y pasivos, conocer los principios de la inversión, contabilidad personal, así como técnicas de inversión avanzadas».

El objetivo es salir de la Pista de las Ratas (círculo interno del tablero que representa la experiencia de vida de la mayoría de las personas y familias) para entrar en la Pista Rápida (la pista externa del tablero, que en la vida real sería el entorno donde se mueven los ricos). A la vez, «debemos gestionar ingresos y gastos de manera que al final de la partida pueda cumplirse el sueño que hayamos elegido antes de comenzar a jugar». El juego se presenta en varias versiones: Cashflow for kids (para niños), Cashflow 101 (el juego original) y Cashflow 202 (avanzado). También hay versiones para descargar en el ordenador y en el móvil, así como para jugar online.

Catán

Cómo interactuar con otros jugadores y tener habilidades de negociación

«Ha recibido muchos premios y tiene millones de seguidores», dice el blog de la entidad financiera. Los Colonos de Catán son «todo un clásico de los juegos de mesa modernos (fue creado en 1995)». El objetivo de este juego de origen alemán es colonizar una isla de casillas hexagonales en la que tendremos que construir poblados, ciudades e incluso carreteras gracias a los recursos que vamos recopilando a lo largo de la partida. En este juego es determinante interactuar con los otros jugadores y tener habilidades de negociación.

«O aprendes a negociar o resígnate a perder. Gana el que consiga llegar primero a diez puntos de victoria, que se consiguen cumpliendo determinados hitos. Si te enganchas, el juego puede ampliarse con distintas expansiones, aumentando el territorio a conquistar y el número de jugadores que pueden participar, mediante nuevos hexágonos y fichas». También existen versiones descargables para ordenador, tableta y móvil, así como para jugar online.

Ethica

Cómo explorar el impacto social de las actividades bancarias

Elaborado por varias organizaciones europeas dedicadas a la educación y las finanzas éticas, está pensado para ser jugado a partir de los 15 años, con adultos. Se trata de un juego de mesa para explorar el impacto social y ambiental de las actividades bancarias, las inversiones y los negocios, y aprender a tomar decisiones más responsables y éticas en cuanto a la gestión del dinero.

Pánico en Wall Street

Cómo entrar en la Bolsa y no salir corneado

Juego de grupo (entre 3 y 11 jugadores) «muy adictivo e inquietante por la tensión que provoca el mundo de la bolsa», asegura la entidad financiera. Consiste en el intercambio de acciones entre empresarios e inversores en cinco fases. La tirada del dado rojo decidirá qué jugadores son empresarios y cuáles inversores. Ganan el empresario y el inversor que más dinero tengan al final de la partida. Pretende «ser un juego de mesa real como la vida misma: empresarios e inversores intentan ganar el máximo dinero posible antes de que el mercado fluctúe». Algo que depende de la suerte que deparen los dados.

Una ruleta, en este caso, que tiene bastantes similitudes con el devenir de los mercados bursátiles, donde en tantas ocasiones convergen acontecimientos y actuaciones que pueden deparar la ruina del inversor o que este acreciente su dinero.