Como gran motor de la innovación, el empleo cualificado y las exportaciones, la industria es una prioridad para los dirigentes patronales y sindicales y para la propia Generalitat. Recientemente, el presidente del metal, Vicente Lafuente, abogaba por imitar al País Vasco, donde el sector secundario representa un 23 % del PIB. La Comunitat Valenciana, al cierre de 2016, se encontraba lejos de esos parámetros, pero había recuperado posiciones en relación a como estaba al principio de esta década, cuando vivía atormentada por los primeros e inmisericordes embates de la crisis.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año pasado revelan que la industria equivale a un 18,1 % del Producto Interior Bruto valenciano, un dato que está dos puntos por encima del 16,1 % que el sector secundario representa en el PIB de España. Esa distancia es ligeramente inferior a la que existe en el caso específico de la industria manufacturera, que alcanza el 15,1 % en la Comunitat Valenciana y es 2,3 puntos inferior (el 12,8 %) en España. En la autonomía, esta actividad produce 19.051 millones de euros, de los cuales 15.829 corresponden a la industria manufacturera.
Queda por ver la evolución en este 2017, que debería ser positiva en tanto en cuanto la economía valenciana crece a buen ritmo, pero lo cierto es que la industria ha recuperado desde 2010 buena parte del terreno perdido. Al cierre de ese año, el sector secundario representaba el 15,9 % del PIB, lo que implica 2,2 puntos menos que en 2016.
La recuperación de la industria ha ido paralela a la pérdida de peso de la construcción. Si en 2010 esta actividad equivalía a un 9,5 % del producto interior bruto de la Comunitat Valenciana, seis años más tarde ese porcentaje había caído hasta el 5,7 %, es decir casi cuatro puntos menos. Sin embargo, las actividades inmobiliarias, que forman parte de los servicios, no han perdido robustez. En 2010 representaban el 10,9 % del PIB y en 2016, al albur de la recuperación del mercado de la vivienda, su peso había subido al 11,4 %. En el conjunto de España, este sector estaba el año pasado en el 9,9 % y la construcción también tenía un porcentaje inferior al de la Comunitat Valenciana, concretamente, del 5,1 %.
Servicios
Un dato sorprendente es que la suma de la construcción y de las actividades inmobiliarias da un porcentaje de peso en el PIB valenciano del 17,1 %, es decir, superior a toda la industria manufacturera y solo un punto inferior al 18,1 % del total del sector secundario.
En cualquier caso, ambos mercados de alguna forma se han equilibrado entre sí, porque los servicios en su conjunto se mantienen casi en el mismo porcentaje en lo que llevamos de década. Así, en 2010 representaban el 64,2 % del PIB y seis años más tarde ese porcentaje había subido solo al 64,7 %, dos puntos y medio menos respecto al 67,2 % del conjunto de España.
La agricultura representaba en 2010 el 2 % del PIB valenciano y en 2016 ha subido dos décimas, por el 2,3 % de España. Un 9,2 % del PIB de la Comunitat Valenciana corresponde a los impuestos netos sobre productos.
