Los esfuerzos de las administraciones públicas y del propio sector durante los últimos años por incrementar el tamaño de las explotaciones agrarias de la Comunitat Valenciana no han dado los frutos esperados, tal como puso ayer de manifiesto el Instituto Nacional de Estadística (INE) al publicar la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas. El documento deja constancia de que en 2016 la Comunitat Valenciana era, tras Canarias, la autonomía con mayor minifundismo. La superficie media de sus explotaciones se situaba en 5,53 hectáreas, aunque con un incremento del 1,7 % en relación a las 5,44 de 2013.
Las explotaciones valencianas están en tamaño muy lejos de la media española de 25 hectáreas y sobre todo de la autonomía que encabeza este escalafón, Castilla y León, con 59,71. Claro que también hay que tener en cuenta dos factores. El primero es la abundancia de cultivos de regadío en la Comunitat Valenciana y la preponderancia que el secano y los cereales tienen en otras zonas, lo que propicia tener explotaciones de mayor tamaño.
Los datos del INE también reflejan el peso poco significativo que tiene la Comuniat Valenciana en la ganadería española. En el sector bovino tiene 52.554 cabezas frente a los seis millones del total de España. Son 484 explotaciones frente a 96.459. En el sector ovino, en España hay 63.731 explotaciones y 15,8 millones de cabezas, por 999 y 303.254, respectivamente, en la Comuniat Valenciana. En cuanto al sector porcino, en España hay 44.931 explotaciones y 23,9 millones de cabezas, mientras que en la Comunitat Valenciana hay 618 y un millón en cada caso. En la autonomía hay 1.260 explotaciones avícolas, por 68.766 en España, y 18 millones de cabezas por 203.
