Ayuna de reconocimiento en la Generalitat, que además le reclama la devolución de cerca de dos millones de euros por unas subvenciones que fueron tramitadas de forma presuntamente fraudulenta, la patronal alicantina ha logrado 60.000 euros de la diputación de esa provincia, tal como informó Compromís. En realidad, ese dinero ha ido a parar a Cepal, una confederación creada por Coepa junto a su otrora enemiga Cepyme para disputar la representación autonómica a la CEV, heredera de la extinta Cierval. El dinero -idéntica cantidad a la percibida por Coepa en ejercicios anteriores- tiene por objetivo el «fomento de la cooperación empresarial» en aquella provincia. La Cepyme de Cristóbal Navarro recibirá 15.000 euros para un ciclo de conferencias y para un estudio para promocionar las pymes alicantinas. Mejor parada ha salido la cámara de comercio: 50.000 euros para apoyar los viveros empresariales y 75.000 para promocionar la dieta mediterránea.

En su comunicado, Compromís destaca la «incoherencia» del Partido Popular. Y es que la diputación alicantina presidida por César Sánchez «riega con 881.000 euros a las entidades empresariales»de aquella provincia, mientras la presidenta autonómica de la formación política, Isabel Bonig, aboga «por quitar las ayudas a la CEV», aprobadas, sorprendentemente, por el Consell de la Generalitat del que formaba parte. Aquel gobierno acordó repartir 2,6 millones a la patronal por la participación institucional, pero esta solo ha consumido 650.000.