El mercado de la luz está viviendo en España una tormenta perfecta por el incremento de las exportaciones a Francia, el encarecimiento del gas y el petróleo, y la sequía. El precio de la luz en el «pool» (el mercado mayorista) cerró en noviembre a 59,19 euros, un 5,45 % por encima de octubre. Esto supone un incremento del 25 % respecto a la media de los últimos cinco años, según revela un informe de la asesoría energética ASE.

La escalada ha continuado este mes. La factura, según denunció ayer Facua-Consumidores en Acción, se ha encarecido un 3,2 % en los primeros 25 días de diciembre, lo que sitúa el recibo en 81,87 euros, 10,05 euros por encima de lo que se pagaba en agosto. Juanjo Martínez, analista del Grupo ASE, explicó que a la persistencia de la sequía (que frena la generación hidroeléctrica) y a la reducción de la generación nuclear en España por las paradas de Cofrentes y Ascó se ha sumado la demanda de electricidad desde Francia. La suma de estos factores ha desequilibrado las fuerzas en el mix de generación, dando mayor protagonismo a la eólica y, sobre todo, a las fuentes fósiles. El carbón y el gas han sumado casi el 50 % de la energía generada en España en las últimas semanas.

La caída de las renovables augura nuevas subidas de la luz en los próximos meses. Según revelaba ayer el gráfico de producción mensual de Red Eléctrica de España (REE), la generación de no renovables en diciembre es del 68,6 % y la de renovables del 31,4 %. El principal problema es el desplome de la energía hidráulica, especialmente preocupante en el este y el sur de España ya que los embalses del Tajo, Júcar y Segura están en mínimos. En lo que llevamos de año, la producción de energía hidráulica ha caído un 47,9 %.

Un segundo problema es que España ha pasado de ser importadora de energía barata de Francia a exportadora. Juan Antonio Martínez aseguró que Francia importa ahora de España porque allí se ha encarecido la producción por los parones de las centrales nucleares galas. La situación se ha agravado porque se ha duplicado en el último año la capacidad de interconexión entre los dos países. «En condiciones normales, el 80 % de la producción eléctrica francesa es nuclear. El año pasado muchas plantas hicieron paradas técnicas y ahora hay rumores de que algunas van a tener que volver a pasar revisiones porque falsearon los informes. El bulo se ha corrido y ha disparado el precio del gas porque son mercados que están interconectados. Ahora Francia compra energía española porque le sale más barata», indicó el analista.

Debilidad de la oferta

Las paradas de Ascó y Cofrentes (que acaba entrar en funcionamiento) y las exportaciones a Francia «han reducido la oferta energética española aproximadamente un 20 %. Esta debilidad de la oferta ha provocado un encarecimiento del precio en el mercado mayorista con independencia de cuales sean las fuentes de generación predominantes. En este caso, el gas, el carbón y la eólica», recoge el análisis.

La previsión para los próximos meses es pesimista ya que por tercer mes consecutivo los mercados de futuros han registrado una fuerte subida debido al elevado precio que se registra en el «pool» y a la incertidumbre que planea en el mercado a corto plazo por la escasez de agua.

A la confluencia de estos factores negativos se suma que las materias primas se han encarecido en sus respectivos mercados. «Destaca el fuerte incremento del precio del gas con una subida del 15 % y que el Brent se consolida entorno a los 60 dólares por barril», subraya el informe.