Las operaciones corporativas que se están produciendo en los últimos tiempos en la C. Valenciana ponen de manifiesto el interés que despiertan sectores como el azulejero o el químico en grandes empresas o fondos de capital riesgo extranjeros. Sin embargo, pese a la avalancha de adquisiciones que se ha producido en la parte final del año, el fenómeno no es nuevo. La provincia de València cuenta en estos momentos con 723 empresas con capital extranjero o filiales de un grupo foráneo.
Así lo refleja el informe «Empresas exportadoras de la provincia de València. Su distribución en el territorio», un ambicioso análisis de la Cámara de València, con el apoyo de CaixaBank, donde se radiografía tanto el sector exterior valenciano como el peso de la inversión extranjera en la C. Valenciana.
La existencia de estas empresas es el resultado de una inversión anual media de 540 millones en los últimos quince años. Se trata de firmas, por lo general, de tamaño medio, con una facturación de unos 20,9 millones por cada una de ellas. En todo caso, 54 de ellas son grandes empresas.
Al margen de Ford, entre estas destaca Coca-Cola, Plastic Omnium, Eurogroup España, Bayer Cropscience, Gedesco o Roquette Laisa España. La industria química-farmacéutica, cerámica, automóvil y sus componentes y productos metálicos son las que más inversión extranjera captan de países como Estados Unidos, Francia, Alemania o Luxemburgo.
En cuanto a su ubicación, el 36% tiene su sede en la ciudad de Valencia. Los primeros cinco municipios engloban el 58% de las empresas extranjeras ubicadas en la provincia, todos ellos situados a menos de 15 kilómetros de la capital, señala el informe, realizado con datos hasta el cierre de 2016. Paterna, Riba-roja, Almussafes o Torrent destacan como anfitriones de empresas.
Tras un par de años de contracción de la inversión extranjera en la Comunitat Valenciana, en 2017 se han recuperado las magnitudes habituales. Solo se dispone de datos oficiales hasta el tercer trimestre de 2017, y en septiembre la inversión ya sextuplicaba los registros de 2016.
Castelló, concretamente su sector azulejero, ha vivido una fiebre inversora en la parte final del año. El grupo químico turco Akkök Holding se ha hecho con Megacolor, firma auxiliar del sector cerámico. La operación no ha venido sola. El fondo Lone Star se hizo en verano con Esmalglass-Fritta, una transacción de 600 millones. La multinacional americana Ferro adquirió Endeka, también del sector de fritas y esmaltes, en una operación valorada en 64 millones. Como colofón, el gigante británico Victoria compró la azulejera Keraben.
Otros subgrupos del sector químico también han vivido importantes operaciones. Es el caso de Químicas Oro, empresa familiar valenciana que acaba de ser comprada por otro player francés del sector de la limpieza del hogar, Altaïr, respaldado por fondos de inversión.
Y también en el sector agroalimentario. El líder mundial en tratamientos de postcosecha para el sector hortofrutícola, la estadounidense AgroFresh, ha adquirido hace pocos meses la valenciana Tecnidex. En la misma línea, el gigante japonés de alimentación Ajinomoto compró recientemente la empresa Agro2Agri, del grupo familiar valenciano Dadelos dedicado a la fabricación de bioestimulantes agrícolas.
También fue especialmente destacada la entrada del fondo americano HIG en la empresa valenciana de muebles de baño Royo Group, aunque la operación se concretó en los últimos días de 2016.
