Liberbank registró pérdidas por 259 millones de euros en el ejercicio 2017, frente al beneficio de 129 millones de euros de un año antes, a consecuencia del impacto de las provisiones adicionales para el saneamiento de activos de 600 millones de euros que realizó la entidad durante el tercer trimestre del año.El banco, que está liderado por la antigua Caja Asturias, rechazó en sus orígenes la incorporación de la extinta CAM, lo que acabó provocando la intervención de esta última en julio de 2011.

En el cuarto trimestre, sin embargo, el resultado de la entidad, que ha comunicado este miércoles sus cuentas anuales a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) fue positivo, concretamente de 11 millones de euros.

La entidad mejoró en el cuatro trimestre del año su margen de intereses, hasta los 103 millones, tras haberlo estabilizado en los dos trimestres anteriores. En el conjunto del año, el margen de intereses se situó en 406 millones, un 10,7% menos que en 2016, debido a la menor aportación del negocio mayorista.

Los ingresos netos por comisiones recurrentes de la entidad crecieron un 1,4% en 2017. Los resultados por operaciones financieras, por su parte, alcanzaron los 89 millones de euros, un 74,1% menos que en 2016, de forma que el margen bruto se situó en 646 millones de euros.

El banco fruto de la fusión de Cajastur, Caja de Cantabria y Caja Extremadura redujo su tasa de morosidad al 8,6% en 2017, lo que supone 530 puntos básicos menos que un año antes. Su cartera de activos improductivos disminuyó en 1.800 millones durante el ejercicio y, excluida la cartera de crédito promotor, la tasa de mora de créditos dudosos de Liberbank se sitúa actualmente en el 6,3%.

El banco también experimentó en 2017 una mejora en las refinanciaciones, cuyo volumen disminuyó en 748 millones. La cartera de préstamos refinanciados se situó al final del ejercicio en 1.114 millones, de los que el 80%, en aplicación de una política de prudencia, están clasificados como activos dudosos.

A través de las operaciones de venta de activos inmobiliarios tanto minoristas --600 millones de euros en el año-- como mayoristas --venta a Bain y Oceanwood por 617 millones--, el banco ha cumplido los objetivos fijados en el tercer trimestre del año de reducir la mora por debajo del 9% y elevar las coberturas desde el 40% hasta el 49%, asumiendo los costes adicionales de esas operaciones en las cuentas del ejercicio 2017.

En el conjunto del año, el saldo vivo de crédito a los sectores privados (familias y empresas) creció el 3,5%. El correspondiente a las actividades productivas aumentó un 8% en tasa interanual o un 9,1% sin tener en cuenta la promoción y la construcción, mientras que, en cuanto a las familias, se incrementó un 9,9% el saldo vivo de crédito al consumo y un 1,7% el den operaciones de adquisición y rehabilitación de viviendas.

En 2017, las formalizaciones de hipotecas de la entidad crecieron un 79,4%, al tiempo que la nueva contratación de créditos al consumo aumentó un 12,2%, según ha explicado la entidad dirigida por Manuel Menéndez.