El consejo de administración de Freixenet aprobó ayer mantener de momento su sede en Catalunya. El debate sobre el traslado de la sede se había incluido en el orden del día a propuesta del presidente de la compañía, José Luis Bonet, a raíz de los resultados de las elecciones del 21 de diciembre y de la falta de gobierno en Cataluña casi dos meses después de los comicios.

A finales de octubre, la proclamación de la república desde el Parlament y la aplicación del artículo 155 de la Constitución ya motivó que el consejo de administración de Freixenet debatiera sobre el traslado fuera de Cataluña, pero decidió mantener la sede en Sant Sadurní d'Anoia porque «se había vuelto al orden constitucional». Este viernes volvió a ratificar la decisión.

Jose Luis Bonet, que preside también la Cámara de Comercio de España, ha sido uno de los empresarios más críticos con la deriva soberanista del gobierno catalán y sus consecuencias para la economía de Cataluña.

La cúpula de Freixenet tenía claro hasta finales de octubre que lo mejor era trasladar la sede para preservar la seguridad jurídica, pero cambió de opinión al entender que la intervención de la Generalitat por parte del Gobierno calmaba la situación. En total, 3.208 compañías han iniciado los trámites para mover su sede social de Cataluña a otras regiones de España.