La venta de viviendas a británico ha repuntado en la Comunitat Valenciana tras el desplome posterior al brexit. En los meses que sucedieron al referéndum, celebrado en junio de 2016, el número de operaciones llegó a caer un 30 % y durante buena parte de 2017 el descenso se mantuvo por encima del 10 %. Sin embargo, la situación ha variado y las transacciones comienzan a subir. En concreto, durante el último trimestre del año pasado, las ventas de viviendas a ciudadanos del Reino Unido han crecido un 15,8 % al pasar de 1.177 a 1.363, según recogen los datos facilitados a Levante-EMV por el Colegio Notarial de la Comunitat Valenciana.
Los británicos adquirieron el año pasado 5.007 viviendas en la Comunitat Valenciana, solo un 0,7 % menos que en 2016 gracias al aumento del último trimestre. En 2016, los ciudadanos del Reino Unido adquirieron 5.044 viviendas. De esta forma, el Reino Unido se mantiene como el principal mercado extranjero del sector inmobiliario valenciano gracias al tirón de la Costa Blanca.
Alicante es el principal foco de interés de los británicos con dos áreas muy diferenciadas. La Vega Baja concentra las operaciones de los ingleses, escoceses, galeses y norirlandeses con menos renta
El vicedecano del Colegio Notarial de la Comunitat Valenciana, el alicantino Delfín Martínez, asegura que el incremento de ventas se debe a que «los inmuebles están en precio. Todavía están baratos para el poder adquisitivo de los británicos». Los datos de los notarios confirman que la capacidad de compra de los ciudadanos del Reino Unido permanece intacta a pesar de la devaluación del veinte por ciento de la libra.
Martínez incidió en que las ventas al mercado británico se han disparado en los últimos años. «Entre 2010 y 2013 compraban unas dos mil viviendas al año, en 2015 llegaban a las 4.000 y ahora rondan las 5.000. Estamos en más del doble que hace cinco años. Además, los precios que pagan son superiores a la media».
En el mercado de lujo los británicos están dispuestos a gastarse más de 700.000 euros por una villa en Xàbia, Dénia, Altea o Moraira que esté cerca de la playa y que disponga de piscina exterior y una parcela amplia, según la inmobiliaria Rimontgó. «El interés de los clientes británicos por las propiedades de alta gama en la Costa Blanca se mantiene intacto. Es un mercado tradicional y consolidado. Los británicos buscan una propiedad exclusiva con un precio de mercado muy competitivo y una calidad de vida que encuentran en la Costa Blanca gracias a factores como el clima, las playas, la gastronomía, los servicios y la atención sanitaria», subrayó un portavoz de Rimontgó.
Menos poder adquisitivo
Los compradores de vivienda en la Vega Baja (Orihuela, Torrevieja, Guardamar o Rojales) tienen un poder adquisitivo mucho más bajo. Esto explica que uno de los factores que ha contribuido a la rápida recuperación de este mercado son las expectativas sobre los precios. Los compradores tienen la sensación de que se ha producido un cambio de ciclo y que los precios van a comenzar a subir.
El importe medio que desembolsaron el año pasado los británicos que adquirieron una propiedad en Alicante fue de 133.609 euros, frente a los 229.093 euros de los holandeses, los 192.040 euros de los noruegos o los 177.240 euros de los belgas, según los datos del Colegio Notarial de la Comunitat Valenciana.
El bajo coste de las viviendas en la Vega Baja concentra en esta comarca las compras de los británicos. De las 5.007 transacciones acometidas por ciudadanos del Reino Unido en la Comunitat Valenciana, 1.072 estaban ubicadas en Orihuela, 453 en Torrevieja, 314 en Rojales, 190 en Pilar de la Horadada y 180 en San Fulgencio. Por contra, en Xàbia (con un precio medio de 260.955 euros) se cerraron 251 compras y en Teulada (con un coste medio de 300.202 euros) se compraron 154 propiedades.
