La negativa del Ayuntamiento de València a que el acceso norte del Puerto afecte a su término municipal y colapse el tráfico de vehículos de la V-21 aboca a que el corredor de infraestructuras para camiones y trenes pretendido por la Autoriad Portuaria de València (APV) sea submarino. Este ambicioso proyecto, que la APV y empresas del negocio del transporte y la logística reivindican desde hace más de tres décadas, podría tener un coste de entre 450 y 600 millones de euros, según las estimaciones realizadas por la entidad presidida por Aurelio Martínez.

Para acometer esta infraestructura la APV prevé firmar en breve un protocolo con la Dirección General de Carreteras con vistas a redactar un estudio que incluya «todas las alternativas» -este informe será financiado por la APV- del llamado corredor València-Sagunt. El recorrido de este nuevo trazado, cuyo coste se estima en al menos 50 millones de euros por kilómetro de recorrido submarino, transcurriría por la costa y su afectación por tanto quedaría en manos del Ministerio de Fomento. El nuevo acceso dará servicios a camiones y ferrocarriles de mercancías, que podrá albergar trenes no tripulados.

Alternativas abiertas

Martínez reconoció ayer al término del consejo de administración de la APV que el proyecto «aún no está definido» y que el túnel por debajo del mar lo ha sugerido la Generalitat. El máximo responsable del emplazamiento marítimo considera que si en marzo se firma el citado protocolo a continuación se anunciará la licitación para el estudio final del proyecto de acceso norte, que podría estar concluido a finales de 2018. Luego tendrá que aprobarlo el Ministerio de Fomento previa declaración positiva de impacto medioambiental, entre otros trámites burocráticos.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia sostiene que ha llegado la hora de buscar soluciones al acceso norte que satisfagan a todas las partes y se ha mostrado optimista sobre la posibilidad de llegar al consenso a partir de ahora. Recientemente el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, había asegurado que el acceso norte al puerto de València tiene «posibilidades» con «una fórmula» que no rompa el paisaje ni afecte a la huerta, mientras que el alcalde de la capital del Túria, Joan Ribó, no lo contemplaba tal como estaba planificado hasta ahora al ver «intolerable» su afección a los barrios marítimos.

En declaraciones a los medios de comunicación, Martínez quiso dejar claro que «es impensable y absurdo» cualquier opción en superficie. Y aseguró que esa posibilidad está cerrada y lamentó que quizá ha habido algo de «confusión» en este tema.

Crecimiento de tráficos

El presidente de la APV reivindicaba ayer la necesidad urgente de poner en marcha esta infraestructura de establecer una conexión entre los puertos de València y Sagunt ante el aumento del tráfico de mercancías entras ambas áreas. Además, resaltaba la infinidad de ventajas para la ciudad y para los usuarios de la APV que ofrece crear un túnel, entre las que ha subrayado que «se liberan miles de vehículos de la V-30, se reducen las emisiones de CO2 y se ahorra tiempo a los conductores».

La APV quiere recuperar la idea del llamado Megaport, lo que permitiría convertir Sagunt y València en un solo puerto, con una distancia entre sus muelles de casi treinta kilómetros; como también ocurre en los gigantes del norte de Europa como Rotterdam o Hamburgo, cuyas terminales se extienden en longitudes de costa incluso superiores a la que separa el Grao con el Camp de Morvedre.

El nuevo proyecto de eje de infraestructuras se anuncia pocos días después de los avisos lanzados por los grandes navieros que operan en València. Así, el presidente de Mediterranean Shipping Company (MSC) en España, Francisco Lorente, daba un aviso para navegantes esta semana. En el simbólico edificio Veles e vents -desde allí se divisan en un horizonte no muy lejano los muelles del puerto de Sagunt- alertaba sobre un peligro inminente del Puerto de València: «Sin acceso norte terrestre no habrá ampliación del puerto de València».

Esta naviera es el principal operador en tráfico de contenedores del emplazamiento líder del Mediterráneo y junto con grandes firmas del sector como Maersk o Cosco podría aspirar a convertirse en operador privado que gestione alguna de las nuevas terminales de mercancías que proyecta la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) en la zona norte, cuyas obras todavía no han comenzado.

Un tercio de los camiones

El llamado corredor Sagunt-València -en terminología del presidente de la APV, Aurelio Martínez- permitiría dotar al emplazamiento marítimo de un nuevo acceso de vehículos reduciendo la distancia que estos deben recorrer si vienen del norte en casi 20 kilómetros respecto al sur. Y es que 2.000 de los 6.000 camiones que a diario pisan los muelles del Grao proceden del norte.