Las Corts Valencianes inició ayer la reforma de varios artículos de la ley que regula las relaciones jurídicas agrarias, una norma que tiene raiz en el derecho civil foral valenciano y que permitirá, según el diputado de Compromís Josep Nadal, proteger al agricultor ante la venta a resultas y que también obligará a que los contratos de compraventa sean siempre escritos. Además, la reforma recoge que los contratos se emitan por triplicado, un ejemplar para el que vende, otro para el comprador y un tercero para el registro.

La iniciativa legislativa puesta en marcha por las Corts es bienvenida por las principales organizaciones agrarias de la Comunitat Valenciana, AVA-Asaja y la Unió de Llauradors. Esta práctica de la venta a resultas (es decir, vender sin pactar precios en origen), tan extendida en el campo desde hace muchas décadas, ya se la cargó en 2014 el Ministerio de Agricultura al poner en marcha la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), encargada de velar por el cumplimiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, que entró en vigor en el citado año, tanto en el comercio como en la distribución. La proposición de ley de Compromís, según los líderes de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, y de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, aportará «transparencia y protección» a los productores. En ese sentido, los dirigentes agrarios consideran positivo la puesta en marcha del registro de contratos.

«En muchas ocasiones los comercios vulneran la Ley de la Cadena Agroalimentaria porque revientan los precios y se perjudicaa los agricultores», advierte Aguado. En ese sentido, reclama a la AICA que imponga sanciones a los operadores de mercado que vulneren estos pactos porque pueden «llevar a la ruina a los agricultores».

Según Ramón Mampel, esta iniciativa legislativa «todavía es susceptible de introducir mejoras» y considera que la modificación de la Ley de contratos agrarios debe contribuir a «mejorar la renta de los productores».