n El grupo alemán Henkell, filial vinícola del grupo Dr. Oetker ha logrado un acuerdo para la compra del 50,7% de Freixenet, según fuentes de la multinacional catalana de cava. Henkell se convertirá en socio mayoritario de Freixenet, al hacerse con el 50,7% del capital, tras pagar cerca de unos 220 millones de euros, con lo que el grupo alemán valora la compañía catalana en algo menos de 440 millones, por debajo de los 500 millones iniciales, ya que el precio estaba condicionado al resultado de unas auditorías.

El grupo alemán, según avanzó ayer el diario La Vanguardia, contó desde el primer momento con el visto bueno de la familia Hevia-Ferrer, que ostenta el 29% de las acciones; posteriormente se sumaron los hermanos Eudald y Pere Bonet, que tienen el control del 14,5% del capital, y finalmente Pilar Bonet, propietaria de un 7,25%.

Reparto accionarial

Por su parte, el presidente de honor de Freixenet, José Ferrer, primer accionista con el 42% del capital, y Josep Lluís Bonet, actual presidente del grupo cavista, han decidido por el momento no vender sus acciones, si bien el acuerdo de compraventa incluye un acuerdo para la adquisición futura a un precio determinado de las acciones de las ramas que ahora optan por no vender.

Según el rotativo, el consejo de Freixenet experimentará cambios con la incorporación de tres representantes de Henkell, que asumirán también la gestión financiera, de la producción y de la distribución comercial, y continuarán dos representantes de las familias que mantienen acciones, José María y Pedro Ferrer, mientras que Josep Lluís Bonet asumiría el cargo de presidente de honor.

Preocupación en la plantilla

Tras conocerse este movimiento accionarial, Comisiones Obreras ha pedido garantizar el empleo y la consolidación del proyecto industrial de Freixenet ante la inminente entrada del grupo alemán Henkell. Por ello, el comité de empresa y el sindicato han pedido una reunión de carácter urgente a la dirección del grupo cavista para que éste «cumpla con su obligación» de informar a los representantes de los trabajadores sobre la operación de venta.

Además, ha asegurado que coordinará «las acciones oportunas ante la administración y en el marco de coordinación europeo» para garantizar los objetivos de consolidación del empleo y del proyecto industrial de Freixenet. Tras la entrada de Henkell, el sindicato considera que la DO Cava debería situarse en la primera línea del mercado de vinos espumosos a nivel mundial.