n Primeros movimientos del Banco Sabadell para desprenderse definitivamente de la carga que suponen los activos tóxicos que heredó de la CAM. Tal y como avanzó a finales del año pasado, la entidad quiere sacar al mercado a lo largo de este ejercicio todos los préstamos fallidos y el ladrillo que le queda de antigua caja alicantina en grandes paquetes con el objetivo de acelerar el proceso de limpieza, y ya ha empezado a buscar comprador para los dos primeros. Se trata en concreto de dos grandes carteras que ha denominado «Galerna» y «Makalu», que suman cerca de 3.300 millones de euros.

En ambos casos se trata de activos acogidos al Esquema de Protección (EPA) que se concedió al Sabadell para ayudarle a digerir las pérdidas que ocultaba el balance de la CAM, un mecanismo que desde Bruselas y el BCE quieren liquidar cuanto antes.

El más avanzado es el «Proyecto Galerna», que abarca 900 millones de euros en créditos fallidos, lo que quiere decir que ya están totalmente provisionados por lo que todo lo que se obtenga de la venta serán ganancias para la entidad, lo que facilita la operación. Por su parte, el Sabadell también busca ya inversores para el «Proyecto Makalu», que incluye unos 2.400 millones de euros en créditos promotor y también préstamos para pymes con garantías, además de activos adjudicados.

En este segundo caso, no obstante, la entidad se ha limitado a encargar a KPMG que sondee el mercado para recabar ofertas, aunque la operación sigue pendiente de las negociaciones que el banco mantiene con el Fondo de Garantía de Depósitos, que debe asumir el 80% de las pérdidas que ocasione esta cartera.

Precisamente, las reticencias del Fondo de Garantía podría ser lo que frenara los planes del Sabadell ya que, si la entidad liquida todos los activos que le quedan de la CAM con esta protección -alrededor de 11.200 millones- obligaría a este organismo a solicitar una derrama que, además, elevaría el déficit público. Una de las opciones que se baraja es que el Sabadell venda todo este año pero que cobre a plazos la compensación establecida, pero todavía no se ha decidido.

Desde que se produjo la adjudicación de la CAM, el Sabadell ya ha conseguido desprenderse del 54% de los activos que contenía la cartera inicial acogida al EPA, que sumaba 24.644 millones. Aunque la entidad tiene hasta 2021 para venderla, las presiones del BCE y el interés del mercado por este tipo de activos han llevado al banco a acelerar el proceso.