Los compromisos hay que cumplirlos. Así lo cree la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha enviado un requerimiento a la china Aier, dueña de Clínica Baviera. Le comunica que han pasado seis meses desde que se hizo con el control de Baviera con una oferta pública de adquisición (opa) y que no ha cumplido los compromisos de liquidez que asumió al lanzar la opa. Si sigue así, no puede estar en Bolsa, por lo que la CNMV le pide que explique sus intenciones respecto a la cotización.

Aier ya ha respondido a la CNMV y actuará para acabar con su baja liquidez. Este fenómeno se produce cuando existen dificultades para casar la oferta y la demanda de acciones, registrándose así fuertes oscilaciones de la cotización ante la más mínima negociación.

Baviera firmará un contrato de liquidez con un intermediario financiero, que realizará operaciones de compra y venta con acciones propias de la sociedad para casar oferta y demanda y normalizar la acción.

Este respiro puede no ser suficiente, por lo que Aier estudiará elevar el capital flotante de Baviera, es decir, la parte de las acciones que circula libremente y no es controlada por sus accionistas. Aier posee el 86% y el 10% está en manos de la sociedad Vito, controlada por Julio Baviera Sabater - fundador de la empresa-, según consta en la CNMV. La familia Baviera sigue representada en la compañía por el consejero delegado, Eduardo Baviera Sabater, mientras que Aier ostenta la presidencia (Bang Chen). Aier podría haber elevado su participación, ya que en diciembre de 2017 anunció que en doce meses realizaría compras adicionales de acciones.

Los porcentajes de los accionistas tendrían que reducirse para elevar el capital flotante.

Aier compró Baviera después de que varios accionistas, liderados por Corporación Alba, contrataran a Rothschild para desinvertir . El banco de inversión contactó con el grupo oftalmológico Aier, que quería entrar en Europa y encontró en Baviera la oportunidad perfecta para atacar al viejo continente desde España.