El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, aprovechó ayer la celebración de la asamblea general de la entidad para exigir a la Comisión Europea que introduzca cambios drásticos en las directrices de la futura Política Agraria Común (PAC), que actualmente se encuentra en fase de debate en Bruselas, a fin de corregir tanto los defectos que lastran su eficacia como el tratamiento discriminatorio que sufren los cultivos mediterráneos.

El análisis de los datos oficiales relativos a 2017 arroja conclusiones bien explícitas: de los 6.833 millones de euros procedentes de las arcas comunitarias que llegaron a España en el marco de la PAC, la agricultura valenciana sólo percibió alrededor del 2,3% de esos fondos (algo más de 163 millones), mientras que del total de ese presupuesto únicamente se destinó, en el conjunto de España, el 8,4% del mismo (576 millones de euros) a potenciar medidas para mejorar el funcionamiento de los mercados, entre las que se incluyen ayudas a las organizaciones de productores (mecanismos de retirada, inversiones, etc.) o a la promoción de productos.

«Las medidas de mercado son fundamentales para la agricultura mediterránea -manifestó Aguado ante los más de 200 compromisarios que asistieron a la asamblea- porque nuestra supervivencia se basa en la capacidad competitiva que podamos acreditar en los mercados y, sin embargo, la Comisión Europea confiere un papel absolutamente secundario a esas herramientas». Según Aguado, Bruselas tiene que darse cuenta de la necesidad de imprimir un giro sustancial a su política agraria.