El buque insignia de la distribución comercial de España trabaja con 120 interproveedores, 700 proveedores y logra una cifra de negocio de casi 23.000 millones de euros, lo que genera un tejido agroalimentario con grandes perspectivas de rentabilidad la vista de los planes de expansión de Mercadona, que en 2019 iniciará sus operaciones en Portugal.

La entrada de fondos en el capital de interproveedores de Mercadona garantiza el negocio de las empresas dado el compromiso a largo plazo de la cadena de supermercados con sus grandes suministradores de productos y servicios. Alantra, con un fondo de 450 millones y presidida por Santiago Eguidazu, socio fundador y ex presidente del Grupo N+1, es una entidad independiente que realiza su quinta operación en poco más de un año. Unión Martín, con sede social en Las Palmas, tiene su cuartel general de distribución en València y prevé incrementar su actividad, según fuentes de esta entidad, una de líderes en su sector en España.

La operación de Alantra se suma a las apuestas de Portobello (Iberconsa, Angulas Aguinaga) o GED (Discefa) por las empresas pesqueras españolas. Tras la operación, sujeta a la aprobación de las autoridades de la Competencia, el equipo directivo de Unión Martín continuará como accionista de referencia y en la gestión diaria de la mercantil.

Sector cárnico y citrícola

La firma de inversión china Kam Fung Group Company Ltd, así como grupos de EE UU y de Europa, está en conversaciones con la cárnica Incarlopsa, con sede en Cuenca e interproveedora de Mercadona desde hace más de 20 años, para hacerse con una participación mayoritaria de la compañía, que estaría valorada en 1.000 millones de euros. Por el momento Incarlopsa asegura que no tiene planes de venta, si bien el interés por esta firma es grande entre los grandes inversores.

Y entre el cruce de operaciones de estos últimos tiempos destaca la del fondo Miura, que ha impulsado el gigante naranjero Citri&Co tras su entrada en la castellonense Martinavarro (también interproveedora de Mercadona), aliada con la onubense Río Tinto. La sociedad de capital riesgo Miura Private Equity confirma así la apuesta de firmas de inversión por grupos de alimentación y de bebidas, a los que, en la mayoría de los casos, aportan un mayor músculo financiero.

Los fondos de inversión que entran en el ámbito agroalimentario apuestan por empresas con un gran potencial de generación de beneficios. Según revela la cadena de Juan Roig en su memoria anual de 2017, el clúster industrial formado por sus proveedores invirtió el año pasado 706 millones de euros en la mejora de sus plantas y en la creación de nuevas instalaciones. Esta cifra supera en casi un 25% los 560 millones invertidos el año anterior.