Son cifras «aterradoras»; «estamos alarmados»; «las muertes se están disparando». La directora general de Trabajo y Bienestar Laboral, Cristina Moreno, evitó ayer cualquier discurso autocomplaciente y presentó con crudeza la foto fija de la siniestralidad laboral en la Comunitat Valenciana durante el pasado 2017. «Lo preocupante es la tendencia», afirmó.
En efecto, el pasado año el número de accidentes mortales en jornada de trabajo se disparó un 26,8%, según los datos comparados de los dos últimos informes del Invassat. Concretamente, pasaron en un año de 41 a 52. De ellos, cuatro se produjeron en el sector agrario; trece en la industria, siete en la construcción y 28 en el sector servicios.
También crece el número de accidentes graves, que pasan de 302 a 322, un 6% de incremento. Y también los accidentes al lugar de trabajo (in itinere), de 85 a 97 en un año, aunque las muertes se reducen.
«Se supera la media española en crecimiento pero seguimos por debajo de la media en incidencia. No quiero ser conformista. Estamos alarmados porque la tendencia es superior. Quizá es por el crecimiento económico pero tenemos que ser capaces de crecer y reducir las cifras de siniestralidad», expuso Moreno.
La falta de experiencia 'mata'
En lo que respecta al perfil de los accidentes mortales y muy graves, en más del 90% de los casos son hombres. Ha sorprendido también que en la mayoría de los casos se den en personas con contrato indefinido, algo que rompe la tendencia y que la conselleria achaca a la mayor facilidad tras las reformas laborales para realizar este tipo de contratos.
Lo que no cambia es la falta de experiencia, y por tanto la escasa formación de los accidentados. El 51% tienen menos de un año de antigüedad, y el 25% se produce en los seis primeros meses. Las primeras horas de la jornada, además, son las más críticas, donde se acumulan la mayoría de accidentes. «Hay que incidir en la concentración de las primeras horas», señala.
En cuanto a los sectores, los servicios acumulan la mayoría de accidentes graves (casi la mitad) y mortales (54%), pero de algún modo la mayoría gira en torno a la construcción. Los agentes materiales más representativos en las muertes son: edificios, construcción y superficies en altura, con un 28,6%; al mismo nivel (21,4%).
«En pleno siglo XXI la gente se sigue muriendo por caerse del tejado», lamentó gráficamente Moreno. «Hace falta más cultura preventiva», señaló. La directora general señaló que la actual normativa es «muy formalista». «Se cumple presentando un papel y hay veces en que los aspectos formales no se corresponden con la realidad», añadió.
Moreno reconoce que «faltan inspectores», pero asegura: «El éxito en la reducción de tasas de siniestralidad no lo conseguimos con más inspectores sino con más cultura preventiva». E interpela a las empresas: «La prevención no puede ser un coste, es una inversión, igual que una máquina, genera productividad».
En este contexto, la Comisión permanente del INVASSAT, reunida este lunes e integrada por laconselleria, UGT, CC OO y la patronal autonómica CEV, ha aprobado incidir en la Estrategia Valenciana de Salud Laboral, aprobada a finales de 2017. El 12 de mayo se constituirá una comisión para el desarrollo de las actuaciones de las líneas que marca esa Estrategia, si bien ya se han puesto en marcha algunas campañas informativas sobre cubiertas frágiles y conductores de motos.
