Air Nostrum mantiene desde hace años una política de diversificación que le permite garantizarse ingresos al margen del negocio principal, una forma de protegerse de los vaivenes de un mercado muy sensible a los cambios de ciclo.
Una de las vías que explora con éxito es la de los contratos de publicidad con las administraciones públicas. Esta semana, de hecho, se ha vuelto a adjudicar un contrato de dos millones con la Junta de Extremadura, destinado a la promoción de esa comunidad como destino turístico, y la puesta en valor del aeropuerto como infraestructura para la movilidad de los extremeños, señalan desde la compañía valenciana.
El acuerdo, similar al que tiene con otras autonomías y ciudades, incluye un programa de contraprestaciones informativas y publicitarias, como la pintura sobre el fuselaje de dos aviones, la inclusión de artículos en la revista de a bordo, el reparto de folletos, la publicidad en cabezales y maleteros, anuncios en la página web de la compañía con enlaces a Turismo de Extremadura y la locución de mensajes sonoros a bordo invitando a visitar Extremadura, explican fuentes de Air Nostrum.
Este semana, sin embargo, la firma valenciana ha perdido otro contrato público, el que venía prestando hasta ahora en UTE con Evelop para encargarse de los vuelos de deportación de extranjeros. El Ministerio del Interior ha adjudicado por 9,9 millones este servicio a la unión de Air Europa, Aeronova y Swiftair.
El contrato incluye la ejecución de los vuelos con los que Interior traslada a los extranjeros bajo custodia policial, ya sea dentro de territorio nacional o para expulsarles a sus países de origen, incluyendo los traslados bajo el paraguas de Frontex, por un periodo de 18 meses.
Hace dos años, Bertomeu logró un hito al hacerse con este contrato que tradicionalmente había asumido Air Europa, con tres adjudicaciones consecutivas. Air Nostrum entró a competir con el grupo de Juan José Hidalgo, rival histórico de Iberia. Y ganó con polémica, ya que la compañía valenciana, pese a presentar una oferta un 20% más baja, vio cómo Interior otorgaba el contrato a Air Europa. Bertomeu recurrió y el Tribunal Central de Recursos Contractuales le dio la razón. Dos años después, Hidalgo recupera el contrato de deportaciones.
