La sentencia del Tribunal Supremo que anuló el expediente de regulación de empleo (ERE) por el que Feria Valencia despidió en 2011 a 106 trabajadores se ha convertido en otro interminable quebradero de cabeza para la institución, justo ahora que empieza a dejar atrás el escándalo de los sobrecostes por las obras de ampliación. El patronato de la entidad aprobó ayer las cuentas de 2017, que ponen de manifiesto que la institución con sede en Benimàmet sigue en números rojos por enésimo año consecutivo.
Feria València ha tenido que hacer una provisión de 2,94 millones de euros para atender a las eventuales indemnizaciones que deberá abonar a los exempleados que han recurrido a los tribunales tras la citada sentencia del Supremo, que obligó a la readmisión de todos ellos. Esa cantidad es la que ha provocado unas pérdidas en el año de 2,9 millones, dado que, de no haber sido por esta dotación, la entidad habría tenido unos beneficios de 32.240 euros.
La institución, en un año impar y, en consecuencia, con menos ingresos por no celebrarse los certámenes bienales, logró una facturación de 20,06 millones, un 6,8 % más que en igual período. Dado que los gastos de explotación fueron de 19,12 millones, Feria València obtuvo un Ebitda (resultado bruto de explotación) de casi 940.000 euros. La entidad se aplicó como extraordinarios los ingresos de 624.000 euros cobrados del PP por ceder las instalaciones feriales en 2008 para la celebración de su congreso nacional.
Tanto el presidente del patronato y alcalde de València, Joan Ribó, como el presidente de Feria València, José Vicente González, destacaron que los mencionados número indican que la institución «funciona». Ambos indicaron al término de la reunión algunos avances que se están produciendo en el rediseño de la nueva feria. Ayer se presentó un borrador -el definitivo no estará hasta dentro de un mes- para la modificación de sus estatutos para poder efectuar la disolución del propio patronato con el objetivo fundamental «de tocar lo mínimo para que la reforma se haga lo más rápido posible», según González, quien añadió que también se está avanzando en el otro gran trámite: la asunción de la multimillonaria deuda ferial por parte de la Generalitat. El presidente de la institución aseguró que él mismo ya ha firmado por parte ferial con algún banco para culminar ese proceso, pero admitió que aún queda trecho para cerrarlo, sobre todo por los titulares de la emisión de bonos con que se financió parcialmente la ampliación.
Preguntado por la opción que maneja la conselleria de Economía de sacar a bolsa una parte minoritaria de la futura feria, González afirmó que «no tengo nada en contra de las 50 posibilidades que hay, pero siempre que aporte negocio, y 100.000 socios en bolsa no aportan negocio. No necesitamos socios financieros, sino tecnológicos».
