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La configuración del consejo de la Feria deviene en otra pugna entre Compromís y PSPV

Hacienda no firmará el decreto sobre los estatutos sin un acuerdo con patronal y Cámara mientras Economia se mantiene en sus trece de dar una plaza directa a Unión Gremial

El conseller Arcadi España (PSPV) entre sus homólogos de Compromís Mireia Mollà y Rafa Climent, en una imagen de archivo MIGUEL ANGEL MONTESINOS

El Govern del Botànic no logra tener una semana de tranquilidad entre sus miembros. Tras los días convulsos que terminaron la semana pasada con la dimisión de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, de Compromís, en medio de una tensión de alto riego con los socialistas, las dos formaciones protagonizan una nueva disputa, en este caso por la configuración del futuro consejo de administración de la nueva Feria València.

Tal como adelantó ayer este diario, la conselleria de Economía (Compromís), en contra de la patronal autonómica CEV y la Cámara de Comercio de València, ha decidido finalmente dar una de las 16 vocalías del citado órgano de gobierno a Unión Gremial, una organización de comerciantes escindida de la CEV hace décadas, ausente del pleno de la corporación cameral y cuyo gerente fue el subsecretario del mencionado departamento de la Generalitat, Natxo Costa.

El presidente de la CEV, Salvador Navarro, se ha negado rotundamente a dar representatividad a Unión Gremial en la Feria, entre otros motivos porque considera que la única que la tiene es Confecomerç, la organización del comercio de la patronal autonómica. Tampoco aceptaba el argumento de que Unión Gremial fue fundadora de la actual Feria Valencia que esgrimía Costa para justificar su presencia en un consejo de la futura Societat Valenciana Fira València, que tendrá mayoría de 9 miembros de la Generalitat. A ellos se sumaban una vocalía por el ayuntamiento de València, otra por la diputación provincial, dos por la CEV, dos por la Cámara y el ya citado para Unión Gremial. Según Navarro, al tratarse de una nueva empresa no cabe recuperar a los fundadores de la que va a ser liquidada. Así que amenazó con dejar libres las plazas correspondientes a la patronal si Economía se mantenía en sus trece.

Pacto

Tras negociaciones a varias bandas para tratar de llegar a un acuerdo, el pasado mes de mayo coincidieron en Lisboa Navarro, el presidente cameral José Vicente Morata, el conseller de Hacienda, Arcadi España (PSPV) y el de Economía, Rafa Climent (Compromís). Se trataba de que la Cámara tuviera tres plazas y se comprometiera a designar para una de ellas a un dirigente de Unión Gremial. La CEV se quedaba con dos vocalías y evitaba que la organización de comerciantes tuviera una representación directa.

Parecía que todo estaba encauzado hasta que el pasado lunes el conseller Climent firmó el decreto con los estatutos feriales en el que hacía oídos sordos al citado pacto y se mantenía la propuesta inicial, en una clara jugada para comprometer a sus socios del PSPV. El decreto requiere la firma del conseller España y pasar por la reunión previa donde los socios del Govern determinan el orden del día del pleno del Consell, que este viernes debía dar el visto bueno al documento. El propósito era mostrar la aquiescencia de los socialista con la patronal y, por tanto, obligar a estos a retratarse como los defensores de los empresarios en el bien entendido de que bloquearían la propuesta de Economía.

Ayer fue una jornada de tensiones y mensajes cruzados entre las partes implicadas. Hacienda dejó claro que solo firmará el decreto si patronal y cámara están de acuerdo. La patronal volvió a proponer, tras una consulta de su presidente con los principales cargos de la CEV y con Morata, la idea pactada en Lisboa, es decir, 16 plazas y que Unión Gremial entre a través de la tercera vocalía de la Cámara mientras que la patronal cedería la segunda suya a los agentes comerciales. Sin embargo, Economía se mantenía en sus trece. Por la noche Navarro y Climent debían coincidir en un acto público y la situación podía dar un vuelco de última hora que no había sucedido al cierre de esta edición. No obstante, todas las partes daban por hecho que el asunto ya no llegará este viernes al Consell y es probable que aún se demore hasta cerrar otro acuerdo. Más tiempo para una Feria València que espera una solución desde hace una década.

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