J. L. Z., Valencia

Air Nostrum ha decidido retirarse de la puja por la compra de Spanair tras la oferta presentada ayer por Iberia y el grupo Gestair, una propuesta que difícilmente podría superar la firma valenciana de la corporación Nefinsa (familia Serratosa) y que la dirección de la compañía atribuye a las "actuales circunstancias del mercado". El sector de la aviación está inmerso en una difícil situación dada la dura competencia de las aéreas de bajo coste y la escalada brutal en el precio de los combustibles.

La decisión de la venta de Spanair, filial de la corporación escandinava SAS, iba a tomarse a lo largo del segundo trimestre de este año, y se barajaban como posibles interesados Marsans, Iberia y Air Nostrum. La operación conllevará el desembolso de una cifra próxima a los 100 millones de euros, además de hacerse cargo de algo más de 200 millones de deuda que arrastra Spanair. SAS anunció en junio de 2007 la puesta en venta de Spanair en el marco de una nueva estrategia que pretende centrar a SAS en el negocio principal en el norte de Europa. Y dijo entonces que se desharía de sus participaciones en bmi y Air Greenland.

Air Nostrum quiere concentrarse en sus segmentos actuales de desarrollo, es decir, la aviación regional, así como su participación en la firma de bajo coste Clickair, dentro de la alianza que mantiene con Iberia. La retirada de los Serratosa supone la segunda baja en el proceso de compra de Spanair después de la retirada de Marsans, anunciada el pasado miércoles por su presidente, Gonzalo Pascual. Pascual y su socio en Marsans Gerardo Díaz, junto con Christer Sandahl (grupo SAS), fueron los fundadores de Spanair. Gestair es una mercantil de aviación ejecutiva y de carga fundada en 1977 y que cerró el 2006 con una facturación de 209 millones de euros y 96 aviones, de los que cuatro están dedicados a la carga.

Con la compra de Spanair, Iberia superaría el 60% de cuota de mercado en España, lo que impide la Comisión de Competencia.