Si un forense realizara un estudio sobre un cadáver electoral llamado PSPV, el informe sobre las heridas y hematomas que presenta no diferiría mucho del que resultaría de otras federaciones socialistas asesinadas por las urnas el 20N. Tan tocado y hundido ha quedado el PSOE, en esta doble vuelta de las generales de la crisis -en mayo y anteayer- que los socialistas valencianos ya no desentonan. Ya no son, en términos territoriales, el problema. Son uno de los diecisiete problemas que tiene el PSOE.

El apoyo al PSPV se ha situado, con un 26,71%, dos puntos por debajo de la media española. Con todo, tiene siete comunidades por debajo. Si se comparan los resultados con los alcanzados hace cuatro años, se concluye que los socialistas están en el ecuador de la clasificación autonómica que da cuenta de la pérdida de apoyos socialistas. Los 14,26 puntos que retroceden lo sitúan en décimo puesto. Cataluña, que sufre una merma de 18,76 puntos de apoyo es la más castigada en los comicios del domingo. Andalucía, otro gran baluarte histórico del socialismo español, es la sexta que más retrocede. Es obvio que tiene más margen de caída quien partía de unos registros mayores. El PSPV, con un 41% de apoyo en las pasadas generales, se situó en el lugar undécimo. Los socialistas extremeños, con el 52,29% de los sufragios, lograron el mejor resultado para el socialismo español.

Si el PSPV está en la zona media en una comparativa de daños generados por el vendaval del 20N, ocupa una zona similar, si bien más cerca del descenso que de la Champions, por decirlo en términos futbolísticos, si se atiende a la fuga de votos registrados. De cada diez electores que apoyaron al PSPV en 2008, prácticamente cuatro (exactamente el 39,2%) le han desertado.

Cataluña, que en las pasadas generales resultó clave para la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero, también encabeza esta desgraciada clasificación.Nada menos que el 45,6% de sus votantes de hace cuatro años -unos 770.000- le han dado la espalda a la formación que lidera José Montilla y cuya candidata por Barcelona era Carme Chacón. Asturias (44% de fugas respecto a 2008), Cantabria (43,4%), Canarias (42%), País Vasco (41%), Galicia (40%) y Baleares (40%), son las otras comunidades en las que el PSOE ha sufrido más deserciones que el PSPV, según las cuentas realizadas por este diario. Extremadura y Andalucía son las federaciones que mejor han fidelizado el voto de las anteriores generales, pese a perder uno de cada tres. El 32,9% y el 32.1% de los sufragios cosechados, lo cual da la medida de la catástrofe. El caso de Murcia es especialmente significativo. Tenía el peor registro (32,8% del voto en 2008) y aún así ha visto como le han huido 39 de cada 100. Sólo así se explica que, con el 20,9%, el PSOE murciano haya logrado el peor resultado de toda España.