Si las elecciones autonómicas y municipales de hace seis meses confirmaron la decadencia del bipartidismo en España, las generales del 20D están llamadas a salvar o a enterrar un sistema político que ha imperado en España durante más de tres décadas.

El desgaste del PP y el PSOE, pilares del llamado bipartidismo imperfecto -porque se han apoyado en ocasiones en los nacionalistas vascos (PNV) y catalanes (CiU)-, ha cristalizado en la presencia de dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, que pescan en su mismo caladero.

Si estos nuevos partidos [consulta aquí los programas de Ciudadanos y Podemos] liderarán el Gobierno o si se convertirán en los nuevos apoyos de los dos grandes es la incógnita que se cierne sobre un panorama electoral con un 40 % de votantes indecisos.

Al no contar Podemos y Ciudadanos con la suficiente trayectoria, medir la tendencia de voto se hace difícil, según los expertos, pero todas la encuestas coinciden en que populares y socialistas perderán la hegemonía de la que han gozado desde 1978 y, por primera vez, no llegarán juntos al 50 por ciento de los votos.

Traducido a escaños, populares y socialistas [consulta aquí los programas electorales de PP y PSOE] podrían ocupar el 62 % de los sillones del hemiciclo, muy lejos del 84,2 por ciento del que han gozado en la última legislatura.

La alternancia

Desde 1982 a 2011, el PSOE y el PP se han alternado en el poder, casi siempre con mayoría absoluta, sin que otros partidos reflejasen posibilidades reales de sustituirlos.

Con Felipe González, el PSOE ganó las elecciones en cuatro convocatorias sucesivas (1982, 1886, 1989 y 1993), las tres primeras con mayoría absoluta, y desde 1993 a 1996, con el apoyo de los nacionalistas catalanes de CiU.

La alternancia vino con José María Aznar, que gobernó su primera legislatura con el apoyo de nacionalistas catalanes (CiU), vascos (PNV) y canarios (CC), antes de conquistar la mayoría absoluta en el año 2000.

El PSOE volvió al poder en 2004 con José Luis Rodríguez Zapatero, que gobernó durante dos legislaturas con mayoría simple, la primera mediante apoyos puntuales principalmente de IU y ERC, aunque también de CiU, PNV y BNG.

Nuevamente el PP le dio el relevo en 2011, con la victoria por mayoría absoluta de Mariano Rajoy.

Irrupción de Podemos

Aunque ya en esos comicios el gran crecimiento de UPyD (que había logrado representación en el Congreso cuatro años antes) trasluce un incipiente cuestionamiento del bipartidismo, es la irrupción de Podemos en las europeas de mayo del 2014 lo que enciende las alarmas.

PP y PSOE, que tradicionalmente habían sumado más del 70% de los votos, no llegaron al 50% (49,10) y cedieron 14 de sus 44 escaños a partidos minoritarios, entre ellos el que Pablo Iglesias había fundado apenas cuatro meses antes.

Podemos -que seis meses después sería señalado por el CIS como primer partido en intención directa de voto- se hizo con el 8 % de los votos y cinco eurodiputados (de 54), lo que le convirtió en la cuarta fuerza política más votada y tercera en comunidades como Madrid.

También Ciudadanos, que se presentaba por primera vez en solitario obtuvo dos eurodiputados, con el 3,16 % de los votos.

El ciclo de 2015

En las andaluzas de marzo de 2015 el bipartidismo sobrevive, porque el PSOE resiste el envite de los emergentes (ya que mantiene el mismo número de escaños, aunque pierde casi 120.000 votos y consigue su porcentaje de apoyo más bajo en unas autonómicas), mientras que el PP cae de 50 a 33 diputados.

La gran sorpresa la dio esta vez Ciudadanos, que con nueve escaños consiguió un resultado mucho mejor de lo previsto y su abstención se convirtió en decisiva para la investidura de la socialista Susana Díaz.

Podemos se convierte en tercera fuerza, pero no logra un resultado tan bueno (15 % de votos y de escaños) como esperaba (más de 20 escaños), lo que desinfla su expectativa de convertirse en el partido más votado de España.

Tres meses después, las municipales y autonómicas de mayo confirman la cesión de poder del bipartidismo y la suma de votos del PP y el PSOE está por encima por encima del 50%, pero por poco.

Ciudadanos continúa ascendiendo, convertida en tercera fuerza a nivel municipal y contrarrestando el apoyo al PSOE en Andalucía con acuerdos con el PP en la Comunidad de Madrid.

Aunque el PP sigue siendo el partido más votado el pasado mayo en España, el PSOE le toma la delantera en poder territorial gracias a acuerdos con Podemos y con otros partidos de izquierdas.

En las catalanas de septiembre, planteadas en clave secesionista, Ciutadans proclama que los 25 diputados que le convierten en segunda fuerza política del Parlament son la "sentencia de muerte" del bipartidismo.

A pocas semanas de poder comprobarlo, las cinco citas electorales que ha habido en España en año y medio han confirmado al menos que la entrada en escena de Podemos y Ciudadanos ha quebrado la hegemonía del llamado "régimen del 78".