El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha pedido este martes al PSOE y a Ciudadanos (C's) su apoyo para liderar un Ejecutivo que haga "algunas de las grandes reformas que necesita España y que quedarían para mucho tiempo", incluso acometer una reforma constitucional. De hecho, ha asegurado que no tiene "ninguna línea roja" para negociar, aparte de la soberanía nacional y la igualdad de los españoles, a las que, según ha dicho, tampoco renunciarán los socialistas.

En una entrevista en la cadena Cope, recogida por Europa Press, Rajoy ha destacado que al PP, PSOE y Ciudadanos les une "lo fundamental", como la defensa de la unidad de España, la soberanía nacional, el principio de igualdad de los españoles, la política europea y exterior, la política de defensa y el "gran objetivo de crecer y crear empleo", aunque mantengan "discrepancias en qué tipo de reformas hay que hacer".

"Son mucho más las cosas que nos unen que las cosas que nos separan. Y en este momento, hagamos de la necesidad virtud porque con este resultado a lo mejor se pueden hacer algunas de las reformas importantes que necesita España con grandes apoyos", ha manifestado, al tiempo que se daría un mensaje de "estabilidad" y "tranquilidad" a los mercados.

Rajoy ha defendido como la mejor opción un Gobierno "apoyado por más de 200 diputados" y presidido por el PP, "porque ha ganado", pero ha admitido que la otra opción que "intentan algunos" sería un Gobierno de PSOE, Podemos, IU y "alguna otra fuerza nacionalista como puede ser ERC". La tercera opción serían las elecciones, según ha señalado.

"Sinceramente lo que más le conviene a España es la primera opción porque respeta la voluntad de los españoles, permite hacer reformas con amplios apoyos y da un buen mensaje de estabilidad del país dentro y fuera de España", ha aseverado, para agregar que con el actual resultado electoral hay que "intentar unir" a aquellas fuerzas que están de acuerdo "en los temas esenciales".

En este sentido, ha abundado en que un Gobierno del PSOE con Podemos y "partidos de extrema izquierda" sería "muy negativo" para los intereses de España, "generaría una enorme inestabilidad política y daría muy pocas certidumbres". "No sería bueno ni para la economía española ni para la propia política de nuestro país", ha enfatizado.

"Un programa para un periodo de tiempo"

Al ser preguntado cuáles son sus líneas rojas para llegar a un acuerdo con el PSOE y Ciudadanos, el jefe del Ejecutivo en funciones ha respondido: "Yo no tengo ninguna línea roja". Así, ha insistido que un Gobierno apoyado con más de 200 diputados serviría para hacer grandes reformas "para muchos años" y sería "muy importante", al tiempo que lanzaría un mensaje positivo para que la recuperación económica se siga "consolidando".

"Esto es de lo que habría que hablar. Todo lo demás sería accesorio. Y, desde luego, sería bueno que hubiera un programa para un periodo de tiempo y que se explicitara en el propio debate de investidura", ha enfatizado.

Para llegar a acuerdos, Rajoy no descarta una reforma de la Carta Magna. "Yo no me cierro a nada", ha exclamado. De hecho, ha dado a entender que es con PSOE y con Ciudadanos con quien podría pactar una reforma constitucional, pero no con otros partidos: "Con 300 diputados se podría hacer otra reforma totalmente distinta, que muchos no podríamos apoyar", ha dicho.

No obstante, no ha desvelado qué le ofrecerá al líder socialista, Pedro Sánchez, cuando vuelva a reunirse con él para intentar recabar su apoyo para ser investido. Eso sí, ha dejado claro que ese Gobierno debería estar presidido por el PP, puesto que ganó las elecciones y en concreto por él mismo, que fue el candidato que se presentó.

También ha asegurado que, tenga o no asegurados los apoyos, se presentará a la investidura si así se lo encarga el Rey, porque es su "obligación" y porque es como funcionan las instituciones democráticas, aunque ahora "algunos" crean que se puede hacer "cualquier cosa". "El PP ha sido el primer partido de España y el que ha ganado las elecciones y, por tanto, de ninguna de las maneras puede renunciar a formar gobierno", ha reiterdo.

Además, Rajoy ha subrayado que en la mayor parte de los países de Europa hay "gobiernos de coalición" como Bélgica, Holanda, Finlandia, Alemania y Austria. Además, ha recordado que en Reino Unido lo hubo en la pasada legislatura. "En España, aunque esto no haya sido así hasta ahora tenemos que empezar a acostumbrarnos a que las cosas pueden cambiar y a lo mejor en el futuro no solo hay dos partidos, o a lo mejor vuelve a haberlos", ha apostillado.

El Congreso del PP

Al ser preguntado si en ningún caso está dispuesto a renunciar a ser presidente para facilitar la investidura, Rajoy ha señalado que eso no está planteado y sería "dudosamente democrático". A su entender, la democracia consiste en "respetar la voluntad de los ciudadanos" y el PP se ha presentado a los comicios con un candidato y ha "ganado".

En cuanto a si se presentará al Congreso Nacional del PP sea o no investido presidente del Gobierno, ha afirmado que adelantar acontecimientos "no tiene mucho sentido" y ha indicado que ahora la "obligación" de una "persona responsable" es trabajar en lo prioritario: intentar formar gobierno. "A partir de ahí, mi idea ha sido y sigue siendo volver a presentarme a la presidencia del partido se produzcan los acontecimientos que se produzcan", ha manifestado.

Ante las negociaciones para constituir el Parlamento, Rajoy ha confirmado que el PP presentará a su candidato a la presidencia del Congreso y no apoyará "de ninguna manera" al socialista Patxi López para ese puesto porque no es "serio ni de recibo" cuando el PSOE es la segunda fuerza. "El PP presentará su candidato a la Presidencia de las Cortes porque desde 1977 en España quien ganó las elecciones presidió las Cortes y el Gobierno", ha resaltado, para pedir que no se "tire por la ventana" el "normal funcionamiento de las reglas de juego".

Rajoy ha confirmado que su interlocutor en el PSOE es Pedro Sánchez y que no ha hablado con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, o con el expresidente del Gobierno Felipe González. "Aquí o nos respetamos todos o acabamos teniendo un problema", ha afirmado, para apostillar que él habla "con el que digan los socialistas".