«Es usted el primer conseller que sube hasta aquí». Se lo dice al responsable de Hacienda de la Generalitat, Juan Carlos Moragues (Gandia, 1969), el funcionario que ha acompañado a la comitiva hasta la azotea del Palau de l´Almirall, sede del departamento. Para llegar hasta allí (a petición del periodista) desde el despacho del conseller ha habido que recorrer un laberinto de pasillos y estancias ocupadas por funcionarios hasta llegar a un cuartucho lleno de trastos. De un agujero en el techo, a modo de escotilla, cuelga una escalera a la que se encaraman todos. Con dificultad se alcanza el exterior. Luego hay que atravesar una extensa terraza, incluido un tramo de metro y medio a gatas debido a que el paso está cortado por un armatoste metálico. El conseller, ágil (practica running), se desenvuelve sin problemas. Ni una arruga al traje. Al final se llega a la meta: Un mar de terrazas del corazón de Valencia, con el Micalet y la catedral al fondo. Para Moragues, bien podría servir de símil de la situación actual: «Hemos pedido sacrificios a los ciudadanos, debido a la herencia de Zapatero que recibimos, pero ahora estamos en la senda de la recuperación. Sería una pena que esto se fuera al traste». Esta semana ha presentado el programa fiscal, que quiere ser la estrella, con rebajas de impuestos de 180 millones anuales para los ciudadanos, 720 en la legislatura.
¿Después de cuatro años de recortes no es una pirueta electoral?
Cuatro años de recortes, no. En la primera parte de la legislatura se pidió un esfuerzo y un sacrificio, dada la situación económica y financiera de la Generalitat y del resto de la sociedad valenciana y española, pero eso ya fue historia. En los dos últimos años, 2014 y 2015, hemos incrementado las partidas de Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Ahora el contexto es de un incremento de la recaudación, más del doble que la media de España, por la mayor actividad económica en los tributos que gestiona la Generalitat y una subida espectacular en los del Estado (somos la comunidad que más crecido en IVA), que se verá en las liquidaciones del sistema de financiación de 2016 y 2017. Junto a ello, hay un compromiso del presidente del Gobierno de que en julio se modificará el modelo para corregir la infrafinanciación valenciana. Pero además, el FLA al 0 % va a suponer que pasemos de pagar 1.000 millones en intereses a 250, 750 millones de ahorro. El equilibrio presupuestario va a venir por todo esto.
¿Y qué objetivo se plantea con su propuesta fiscal?
Es la reforma que necesita la Comunitat para consolidar la senda de la recuperación económica que estamos liderando. Pensamos que el dinero, donde mejor está, es en el bolsillo de los ciudadanos. Vamos a hacer que las herencias de padres o abuelos a hijos o nietos por debajo de 350.000 euros por heredero no paguen, y triplicaremos el beneficio fiscal por las que se den entre hermanos y tíos-sobrinos. También vamos a bajar el IRPF a todos, especialmente a las rentas inferiores a 35.000 euros, que son el 85 %. Incluimos el micromecenazgo cultural y social; la deducción en la renta del 20 % por aportaciones a proyectos empresariales, así como por el cuidado de mayores; o la rebaja del canon de saneamiento por familia numerosa; y la reducción del 10 % al 8% en compras de segunda vivienda para reformar.
Montoro dijo que las comunidades que bajan impuestos es porque les sobra el dinero. ¿Nos sobra el dinero?
No, no, es una concepción equivocada...
¿La de Montoro?
...es que hay que bajar impuestos. En nuestro ADN está el bajar impuestos. Y el resto de partidos se tendrá que definir, aunque por las enmiendas en las Corts ya sabemos que quieren que los impuesto más altos de España estén en la C. Valenciana. Es una opción política. Pero la gente tiene derecho a saberlo. A la gente le tienes que decir si vas a bajar impuestos o subirlos para tener más Administración, más intervencionismo, más subvenciones. Y la gente ha de saber que la izquierda va a subir los impuestos. El PSPV plantea tener el impuesto de trasmisiones al 12 %, quitar la bonificación en sucesiones y donaciones, fijar el impuesto de Patrimonio más alto de España y la segunda tarifa de IRPF más elevada. Y Podemos, Compromís y EU quieren subir los impuestos de forma clara.
Ciudadanos también promete bajar el IRPF.
Ciudadanos quiere bajar el IRPF a las rentas altas y muy altas, y subir el IVA de los bienes de primera necesidad y los sectores estratégicos que tienen tipo reducido, como la agricultura u hostelería. Quiere reducir el IRPF a los ricos y que a la gente le cueste más la barra de pan, la leche, los huevos, las verduras, las medicinas.
¿Qué impacto tendría ese modelo fiscal en la C. Valenciana?
Afectaría a sectores clave y estratégicos como la agricultura, el turismo e incluso, si toca la vivienda, la construcción. Tendría un efecto demoledor y repercutiría especialmente en la Comunitat, cuyos sectores de mayor pujanza están ahora con tipos reducidos o superreducidos. Supondría un parón para sectores clave de la actividad económica. Además, insisto, los bienes de lujo pasaría a pagar del 21 % al 19 % y los de primera necesidad tributarían más.
Si le falla la financiación, se le cae el esquema. ¿Comparte la opinión de su predecesor, José Manuel Vela, que dijo que denunciaría al Gobierno si no reforma la financiación en 2015?
Hay un compromiso claro dicho por el presidente del Gobierno el domingo en Alicante y por el ministro de Hacienda. Nos han pillado las citas electorales autonómicas y locales y hay que ver la liquidación de 2013, que es en julio. Por eso nos esperamos hasta después de elecciones. Pero nuestra posición de negociación es ventajosa. Los actores que vamos a intervenir lo tenemos claro y queremos corregir la infrafinanciación de la Comunitat. ¡No los cambiemos por un resultado electoral que suponga que no siguiese gobernando el PP! Porque gobernando el PP en Madrid y en Valencia ya lo tenemos muy claro. Sería una pena que los actores, una vez nos hemos puesto de acuerdo, cambiasen.
Ahora que ha colgado el traje de técnico y luce el de político...
No, no, ni quiero ni debo quitarme el técnico. Otra cosa es, manteniendo el perfil técnico, tener un discurso más ideológico, exponer el programa para que la gente elija. Es una labor informativa.
¿Cómo ve el panorama, a la luz de unas encuestas que apuntan a que será complicado que el PP mantenga la Generalitat?
Solo hay dos escenarios. Estas elecciones son muy fáciles. Uno, una coalición de tres o cuatro partidos de izquierdas con modelos como Grecia, que plantea inestabilidad presupuestaria e incertidumbre respecto a la deuda porque una la pagarán y otra no, y subir los impuestos. Da igual el partido que votes de izquierdas, todos dicen eso. Da igual votar al PSPV que a Podemos porque la alternativa política es una coalición. Podrían presentarse juntos. La otra opción es el PP, que es ejemplaridad, bajar impuestos, libertad, colegios concertados, estabilidad...
¿Y Ciudadanos?
Ciudadanos tiene el viento a favor y es una ideología ahora de moda, en alza, pero no tiene experiencia y muchos de sus candidatos es gente que ha querido entrar en política y no ha podido porque no han sido aceptados por otros partidos. Es una idea y un líder, Albert Rivera. Pero, que nadie lo dude, las decisiones se tomarán en Barcelona, no en Valencia. Y tiene debilidades, como su programa fiscal, que no cree en los ayuntamientos ni en las autonomías, y medidas oportunistas como rentas complementarias, quitar el AVE... ¡Ocurrencias! Después de elecciones, en el escenario en el que junto al PP lleguemos a la mayoría absoluta, tendrá que decirle a la sociedad valenciana ´quiero con mi actuación que gobierne esta coalición de izquierdas o esta opción reformista y de bajada de impuestos y estabilidad´. Tendrá que dirigirse a la sociedad valenciana y decirle ´con tu voto he elegido cuál es el futuro´. Porque nos jugamos el futuro de la Comunitat. Eso sí, pase lo que pase es el final del PSPV. Si gobierna el PP, adiós PSPV; y si gobiernan ´los cuatro´, adiós PSPV porque, con tal de desbancar al PP, le dejarían sin presidencia del Consell.
