Entre las múltiples herencias que recibirá el nuevo Consell que salga de las urnas el 24M se encuentra un contrato para el seguimiento fotográfico y audiovisual de los consellers durante el próximo año. El pasado jueves la Conselleria de Presidencia que dirige José Císcar publicó en el Diari Oficial de la C. Valenciana la licitación de sendos contratos para la cobertura audiovisual y gráfica de la agenda institucional del Consell y de los altos cargos de la Generalitat, así como las actividades relacionadas con la gestión del Consell. Se trata de dos contratos por 169.400 euros cada uno: 338.800 en total. Dura un año, con un ámbito geográfico de todo el territorio, y entrará en vigor a partir de junio o el día siguiente a su firma.
Desde Presidencia explicaron que, pese a la fecha de publicación de estas licitaciones „a apenas una semana de las elecciones y en puertas de una nueva legislatura„, no existe una intención de dejar «todo atado» en previsión de un cambio de color político en la Generalitat. «La administración tiene que seguir funcionando, en esto y en cualquier servicio», alegan. Además, según apuntan, el proceso de adjudicación se dilatará, de modo que, posiblemente, será bajo el próximo gobierno cuando se adjudique. «El trámite es largo», señalan.
La inversión en venta de gestión pública siempre ha sido un tema controvertido: desde la superestructura formada por más de un centenar de personas al servicio de la difusión de la imagen del Consell en los tiempos de Camps hasta los 3,7 millones que en 2014, antes de año electoral, se pusieron a disposición de la exsecretaria de Comunicación, Lola Johnson, para la promoción institucional.
Hoy, la estructura es mucho más austera. Solo el presidente Fabra lleva su propio fotógrafo detrás (son dos, un funcionario y uno eventual) y hay otras dos personas al cargo del departamento audiovisual para los vídeos. En cuanto a las consellerias, los equipos de comunicación se han reducido a un jefe de prensa, que también hace de fotógrafo ocasional. En la época de vacas gordas cada cartera contaba con su fotógrafo y su cámara.
En los últimos tiempos, sin embargo, la cobertura gráfica y audiovisual se ha venido realizando a través de un pequeño grupo de fotógrafos y cámaras que Presidencia iba asignando en función de la importancia de la agenda. Facturaban y se cofinanciaba entre las diferentes consellerias. Ese contrato venció en noviembre y la Intervención de la Generalitat, para evitar una imagen de fraccionamiento de contrato, ha impuesto que se haga un concurso público y que se centraliza esta cobertura. Había que poner orden, concluyen las mismas fuentes.
