Con inclinación hacia la izquierda, más en Valencia que en Alicante y Castelló, y especialmente entre los 18 y los 34 años. Es el resultado de combinar la posición ideológica en que se ubican los valencianos y cruzarla con variables como la provincia o las franjas de edad. La macroencuesta de la empresa Invest Group para Levante-EMV revela que cerca de cuatro de cada diez valencianos „el 37,9 %„ se considera de izquierdas, frente al 26,3 % que se declara de derechas. En medio, casi un tercio de los habitantes de la C. Valenciana „el 32,4 %„ se sitúa en el centro. Podrán inclinar el fiel de una balanza escorada ahora algo a la izquierda. En una escala de 0 a 10, en la que cero es la posición más a la izquierda y 10, la más a la derecha, los valencianos se ubican en el 4,73. La provincia de Valencia es la que más mira a la izquierda, con una ubicación del 4,52, mientras Castelló se coloca en el 4,86 y Alicante es la más cercana al centro, con el 4,94.
El sondeo muestra un perfil algo más pronunciado a la izquierda que el que reflejó la encuesta del CIS. Según éste, los valencianos se situaban en el 4,88, también en posiciones de centro-izquierda, pero menos: el 36,5 % se colocaba en la izquierda, frente al 26,4 % en la derecha, y el 27,7 %, en el centro. El CIS mostraba un mayor grado de personas que no declaraba su ubicación ideológica (9,4 puntos), frente a los únicamente 3,4 del sondeo de Levante-EMV. Los jóvenes se inclinan más a la izquerda. No en balde, entre los 18 y los 34 años se posicionan con un 4,27, que sube a 4,78 en la franja de 35 a 49 años. Se modula a la izquierda en la generación de 50 a 64 (4,63) y, en cambio, se coloca en posturas de centro-derecha entre los jubilados (5,32).
El recuerdo de voto permite identificar el rastro del desgaste del PP. Así, hay menos votantes que recuerdan haber depositado su papeleta en favor de los populares en los comicios de 2011 que los que realmente lo hicieron. Un dato que, según los responsables del sondeo, refleja la erosión de la marca PP desde 2011. En concreto, el 29,5 % de los entrevistados en la muestra afirmó haber respaldado la candidatura de Francisco Camps en 2011; la realidad es que, sobre el censo, el 34,7 % confió en Camps. Son 5,2 puntos más, lo que supone un 15 % menos de personas que dicen haber secundado al PP de las que lo hicieron. En el caso del PSPV también hay una pérdida de 1,3 puntos, ya que dicen que lo votaron el 18,4 % cuando fue el 19,7 % sobre censo.
Por contra, Compromís recaba un 2 % más de apoyos en el recuerdo de voto que el que realmente tuvo y EU, un 1,5 % más. En este caso, el dato expresa la movilización y también el que, a toro pasado, mucha gente se arrepiente de no haber votado entonces a aquellas siglas.
El mayor recuerdo del PP se da en los jubilados (43,8 %) mientras el PSPV le gana al PP en la franja de 25 a 34 años (18,9 frente a 17,1), al igual que Compromís (17,8 %). En la de 18 a 24 años hay empate entre PP y PSPV (19,8 frente a 19,5). Por provincias, el mayor recuerdo del PP se da en Alicante (33,1 %) y el menor, en Valencia (26,3 %), con Castelló en el 31,8 %. El PSPV tiene su mayor recuerdo en Castelló (21,4) y Compromís y EU en Valencia, con el 8,6 y el 7,7, respectivamente.
Con respecto a las europeas de 2014, el PP registra el fenómeno inverso: Recuerda haberlo votado un 21,1 %, un 6,9 % más de los que realmente lo hicieron, el 14,2 % sobre censo. Un indicador, según los expertos, de una cierta recuperación atribuida al miedo ante el ascenso de opciones como Podemos. También crece el PSOE, con 3,3 puntos más de voto declarado que el real y, especialmente Podemos, que dobla el voto recordado respecto al real (8,9 frente a 4,0). EU gana 0,8 puntos y Compromís pierde 0,1. En términos generales, refleja la movilización de la izquierda.
En cuanto a la abstención, la suma de los que declaran que no votaron en 2011 más los que no responden da el 29,9 %, lo que supone 1,4 puntos más que la abstención que realmente se produjo sobre censo (28,5 %). Es un indicador de la existencia de una bolsa de voto oculto de cara al 24M. Si se compara con las europeas sucede lo contrario: la abstención declarada (35,6 %) es 14,4 puntos menor a la que realmente fue (50,0 %), lo que muestra la movilización.
