Tras veinte años de hegemonía del PP, los resultados en la Comunitat Valenciana de las urnas dictaron que la ciudadanía valenciana quiere un cambio. La izquierda gobernará la Generalitat si llega a un acuerdo. PSPV, Compromís y Podemos suman 55 diputados y tienen la llave del futuro Consell para los próximos cuatro años. Un hipotético pacto de PP y Ciudadanos será insuficiente para que repita como presidente de la Generalitat Alberto Fabra, que pierde casi 600.000 votos respecto a 2011. Por primera vez desde 1983, Esquerra Unida se queda fuera de las Corts con un 4,3 % de los votos, lejos de la barrera electoral del 5 %.

El gran derrotado de la jornada electoral fue el PP, que sólo mantiene 31 de los 55 escaños que tenía. Los populares pierden las tres capitales de provincia y, con toda seguridad, las diputaciones, que han gobernado con mayoría desde el año 1995. Las negociaciones en la izquierda dirán quién será el próximo presidente o presidenta de la Generalitat. Ximo Puig, con 23 escaños (al 95 % de los votos escrutados), se presenta como candidato a ocupar el Palau. Compromís, que dio la campanada al obtener 19 diputados, también aspira a postular a Mònica Oltra como jefa del futuro Consell. Fue, sin duda, la ganadora de la noche.

Podemos se deshinchó en comparación con las encuestas, aunque irrumpe con fuerza en la Cámara con 13 escaños, de la misma manera que Ciudadanos, que también pasará de 0 a 13 diputados. Ambos partidos aguardan a las elecciones generales, donde se juegan consolidar la pica que han clavado en la Generalitat. UPyD, como ya auguraban las encuestas, continuará sin representación parlamentaria.

La debacle de la noche fue para Esquerra Unida, que se queda fuera del Ayuntamiento de Valencia y de las Corts, pese a su esprint final de campaña cuando destaparon un escándalo de corrupción sin precedentes en la Diputación de Valencia. Ha sido una traca final que ha evidenciado que la corrupción ha marcado la legislatura, pero no ha sido suficiente para que Ignacio Blanco consiga conformar grupo en las Corts. En el ámbito municipal, EUPV sí que será decisivo en municipios como Xàtiva o la Pobla de Vallbona.

La izquierda fue ayer un «tsunami» que barrió al PP de decenas de ayuntamientos y de la Generalitat. El PSPV obtiene más de 480.000 votos y se mantiene como la fuerza más votada de la izquierda, pero pierde casi 200.000. Compromís duplicó el resultado con 370.000 votos y el triple de escaños al pasar de 6 a 19. Ya es la segunda fuerza en Valencia ciudad y la provincia, lo que le garantiza la alcaldía de la tercera capital de España a Joan Ribó. El otro gran titular de la noche.

Podemos entra con fuerza en las Corts, aunque el resultado de Compromís desluce sus cerca de 270.000 votos. Será determinante para el cambio de izquierdas. Tanto con un voto favorable como una abstención permitiría un gobierno progresista aunque puede condicionar si el presidente de la Generalitat es Ximo Puig o Mònica Oltra.

Ciudadanos también irrumpe en las Corts con fuerza y ya se convierte en una amenaza para el PP con las elecciones generales a la vuelta de la esquina. El partido de Carolina Punset consiguió más de 290.000 votos, el 13 % del total, y es clave en numerosas alcaldías de toda la Comunitat Valenciana. Podría seguir recogiendo el desencanto con los populares ya que los escándalos de corrupción seguirán apareciendo en los medios de comunicación.

La de ayer fue una jornada histórica. Desde el año 1995 que la izquierda no aspiraba a conquistar la Generalitat y desde 1991 el Ayuntamiento de Valencia. Al final, será un bipartito con el beneplácito de Podemos el que dirija la administración valenciana. El PP, por su parte, pierde todo el poder municipal y deberá saber gestionar la derrota. Y con Ciudadanos al acecho.