Tras cada proceso electoral, las direcciones de los partidos se proponen desde Valencia marcar las pautas de los pactos. Pero la alta política tropieza a menudo con aquella disputa por la herencia en aquel pueblo remoto que llevó a la candidata de izquierdas a jurar odio eterno a la aspirante de la otra candidatura progresista local. Esta vez, la situación es verdaderamente histórica, con un PP descabalgado de la Generalitat veinte años después y de muchos ayuntamientos. Los acuerdos locales cobran una importancia clave incluso de cara al Consell y a las diputaciones y ello ha llevado a la dirección del PSPV a querer atar en corto la estrategia de pactos. Desde Blanquerías se ha dado la consigna a todos sus candidatos locales y concejales de no rubricar bajo ningún concepto acuerdos de gobierno con el PP, ni votar la investidura de aspirantes populares.

En la orden transmitida desde la ejecutiva de Ximo Puig se explicita, además, que tampoco se pueden aceptar los votos de los populares para ser investido alcalde. Cualquier actitud que contradiga las consignas de la dirección política del partido será castigada con un expediente disciplinario de expulsión. Así de tajante es la orden transmitida por la ejecutiva.

Los socialistas quieren cerrar un acuerdo global de apoyo mutuo en torno a la lista de izquierdas más votada con quien ha sido designado negociador de los pactos locales por parte de Compromís: Pasqual Mollà. Dirigente de Iniciativa del Poble Valencià e histórico militante del valencianismo al frente de la corriente de EU Esquerra i País, Mollà es un profundo conocedor de la realidad municipal y también de su interlocutor, el PSPV. Los socialistas tienen 52 alcaldías en el aire pendientes de pactos de izquierdas para conformar gobiernos sólidos. Son aquellos municipios y ciudades en los que se impuso con una mayoría relativa y depende de Compromís e incluso de otras formaciones. En otros casos, es la fuerza más votada de la izquierda pero por detrás del PP por lo que el acuerdo es necesario para la investidura dado que si no hay mayoría absoluta, la alcaldía queda en manos del candidato más votado.

Alicante, Castelló, Alcoi, Paterna, Burjassot, Alboraia, Dénia, Cullera, Xàtiva, Llíria, l´Eliana, Xixona o Elda, son algunos de los ejemplos de ciudades en las que el PSPV busca un acuerdo para ganar alcaldías. Compromís, por su parte, logró 22 mayorías relativas, plazas en las que el partido de Oltra busca un pacto para apuntalar al alcalde.