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La jefa de Presidencia dirigirá el gabinete de Santamaría si el Gobierno lo nombra delegado

El presidente arranca el compromiso del titular de Gobernación, que se perfila como sucesor de Castellano

La jefa de Presidencia dirigirá el gabinete de Santamaría si el Gobierno lo nombra delegado

Tras el naufragio electoral del PP valenciano, el capitán del barco, Alberto Fabra, está reservando plazas en los cuatro botes salvavidas que le quedan para intentar salvar a su personal de confianza, al menos hasta las próximas generales en las que podría consumarse el hundimiento definitivo. Entre los más estrechos colaboradores destaca Esther Pastor, la llamada jefa del Palau, oficialmente secretaria autonómica de Coordinación, Organización y Relaciones Institucionales de la Generalitat. A Pastor la colocará como directora de gabinete de quien se perfila como inminente delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Luis Santamaría, según informaron fuentes del entorno de Presidencia. El presidente de la Generalitat ha arrancado ya el compromiso personal de Santamaría para que cuente con quien ha sido la persona que ha manejado todos los hilos del Palau desde que fue llamada por Fabra al poco de suceder a Francisco Camps y especialmente desde que fue ascendida a secretaria autonómica plenipotenciaria en el verano de 2013. Las citadas fuentes consideraron «altamente probable» que sea Luis Santamaría el elegido y apuntaron que el nombramiento podría producirse en el Consejo de Ministros que se celebra mañana.

El protagonismo político de Pastor en estos últimos años del PP en la Generalitat ha sido absoluto en detrimento de la influencia del vicepresidente José Císcar, quien se fue distanciando paulatinamente de Fabra, al que negó reiteradamente el apoyo a su nominación como candidato a presidente. El episodio que acabó por dinamitar las relaciones entre Fabra y Císcar tiene que ver con la «operación topo», la búsqueda a la desesperada del origen de las sistemáticas filtraciones de información comprometida de Presidencia, desde facturas de gastos en alimentación y viajes firmados por la alto cargo, a la mismísima nómina de Fabra. En su afán por depurar responsabilidades, el exjefe de escoltas del Palau protagonizó un escandaloso interrogatorio al asesor de prensa de Císcar, motivo por el que fue destituido el exjefe de seguridad.

El papel político de Pastor en la cocina del Palau fue también significativo en la gestión de la información y los tiempos en el caso Rus, si bien la estrategia no resultó todo lo exitosa que se esperaba, dado que se pretendía la voladura del presidente de la diputación y sus afines antes de Navidad para allanar el camino de la nominación a Fabra. Pero la investigación de Anticorrupción se retrasó y lo que acabó estallando fue el PP en plena campaña electoral.

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