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Comportamiento electoral territorializado

El "imperio" bipartito suma el 83 % del voto en sus 33 años de hegemonía

La media de las Generales de 1982 a 2011 arroja un mapa equilibrado entre los dos grandes partidos El PP gana por 2,4 puntos y se lleva 18 comarcas

Si el Australopithecus afarensis acometió hace cuatro millones de años el cambio esencial en la evolución humana „bajar del árbol y dejar de caminar a cuatro patas para erguirse sobre dos„, estas Elecciones Generales emprenden el mismo viaje pero en sentido contrario: el sistema electoral deja de ser bípedo para convertirse en cuadrúpedo. La hora del bipartidismo toca a su fin, según todas las encuestas. El mapa se recompone. Pero mientras se entinta la pluma que redacta el obituario de este duopolio político, es interesante observar el comportamiento que este modelo ha tenido en las comarcas valencianas.

Con una primera conclusión: desde 1982 „primera cita electoral con la UCD sentenciada de muerte y momento en el que se afianza la Alianza Popular que evolucionará a PP y competirá con el socialismo„ hasta 2011, han pasado nueve Elecciones Generales. Y en la Comunitat Valenciana, el balance revela la robustez del esquema bipartito. En esos nueve comicios estatales, el 83 % de valencianos que depositaron papeleta votaron a rojos o azules. A PSOE o a PP. Y aunque resulte una obviedad: ningún partido minoritario ha ganado en ese periodo en ninguna de las 34 comarcas valencianas. El reparto territorial roza el empate: en 18 comarcas gana el PP en porcentaje medio de votos a las Generales entre 1982 y 2011, y en otras 16 se impone el PSOE.

De 21,6 millones de papeletas valencianas al Congreso de los Diputados, 17,9 millones acabaron en las sacas de las dos grandes formaciones de la política española. La victoria global se la adjudica el PP por 2,4 puntos. Los populares han recibido en la Comunitat Valenciana 9.220.729 sufragios del 82 al 2011, un 42,7 % de los votos. Los socialistas, por su parte, cuentan 8.690.888 papeletas, el 40,3 % de los votos a candidaturas.

Cinturón rojo, mar azul. La distribución ha sido desigual por territorios. Hay 18 comarcas valencianas donde el PP obtiene „en la media conjunta del periodo 1982-2011„ la victoria en porcentaje de voto. Con dos anexos a ese balance. El primero es el predominio de los populares en la provincia de Alicante, donde conquistan el doble de comarcas que el PSOE (6 a 3). El segundo es la hegemonía azul en todo el litoral valenciano: triunfa en todas las demarcaciones con salida al mar excepto en el cinturón „tradicionalmente rojo„ de la capital (l'Horta Nord y l'Horta Sud) más las cercanas Ribera Baixa y el Camp de Morvedre, los cuatro feudos marítimos donde el PSOE ha obtenido más apoyo en la serie histórica analizada.

Mapa del porcentaje medio del voto en las Generales entre 1982 y 2011

Interior obrero. En cuanto a la prevalencia del puño y la rosa, hay 16 comarcas valencianas donde el PSOE emerge como líder en votos en el periodo del imperio bipartito. Hay alguna tendencia identificable: el socialismo se ha enseñoreado del interior de la Comunitat Valenciana y tiene más fuerza en la provincia de Valencia, donde se impone por 10 a 7 comarcas a la formación de la gaviota.

El pinchazo de 2011. El derrumbe de una era, de un ciclo de 33 años en el que socialistas y conservadores han dominado la escena, envió señales de desmoronarse en las últimas Generales. Sin Podemos ni Ciudadanos en la ensalada electoral, la Comunitat Valenciana experimentó un cambio que a estas alturas se ve con mayor perspectiva. Con la crisis desbridada y el fin de la época Zapatero, el PP y el PSOE sumaron en 2011 el 80,9 % de los votos en la Comunitat Valenciana. Parece mucho, pero fueron trece puntos menos que en la anterior cita electoral. Del 93,9 cayó al 80,9 % en sólo cuatro años. ¿La razón? El PSOE se hundió. Y de los catorce puntos que se dejó de una tacada, Esquerra Unida y Compromís hincharon su cuenta de resultados: el primero alcanzó el 6,6 %; el segundo obtuvo el 4,9 % y cumplió su sueño de ver un diputado valencianista en Madrid, Joan Baldoví.

En caso de materializarse los pronósticos de porcentaje de voto estimados ayer por el CIS „calculados únicamente a nivel nacional, sin desglose autonómico„, el PP y el PSOE sumarían juntos el 49,4 % de los votos. La gran mayoría de las encuestas les dan unidos un porcentaje menor. Algo desconocido hasta el momento en la Comunitat Valenciana.

Bastiones. El análisis por comarcas de los registros electorales al Congreso arroja datos curiosos. Tomando la serie completa del imperio bipartito „1982 a 2011„, la demarcación con mayor porcentaje de voto popular es el Baix Segura: allí el PP logra el 52,4 % de las papeletas, diez puntos más que la media autonómica.

El bastión socialista es el Valle de Cofrentes-Ayora, con un 48,3 % de los votos al PSOE en el mismo periodo. El feudo comarcal del bipartidismo es el Rincón de Ademuz: los dos grandes del sistema se han llevado el 91,5 % de los votos al Congreso en las nueve últimas contiendas electorales. La más plural es el Camp de Morvedre, con el 74,6 % de media para rojos y azules.

Valencia, menos veleta. En la ciudad del Valencia, la victoria del PP es holgada: el 44,5 % de los votos frente al 35 % socialista en esas nueve elecciones estatales. En la capital, la potencia del bipartidismo ha sido tres puntos menor que en el conjunto de la Comunitat Valenciana. Los bandazos en el cap i casal son más leves que la tendencia general autonómica: si Felipe ganó a Fraga por trece puntos en el 82, Rajoy aplastó a Rubalcaba con una diferencia de 19 puntos en 2011. El 20 de diciembre, todo ello será historiografía electoral. O prehistoria. El nuevo hombre político tendrá cuatro patas. Falta por ver cómo anda y en qué dirección.

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