«Ciudadanos es una oportunidad para los valencianos de quitar al PP sin votar al PSOE ni a los nacionalistas». Con estas palabras Albert Rivera animaba ayer a votar a su formación a las más de 1.000 personas que se concentraron en el mitin de Ciudadanos (C´s) que tuvo lugar en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia. Él y los componentes de su partido se apropiaron de la «ilusión», «la razón y el «sentido común» durante la hora y media que duró el acto.

El líder de Ciudadanos, que afirmó llegar a Valencia tras haber recorrido ya 6.000 kilómetros, llamó a una «segunda transición» por «nuestros abuelos y nuestros hijos» y recordó a la UCD de Adolfo Suárez. Rivera apuntó que el 20D «nos jugamos quién hace el cambio y si hay cambios» y se erigió como el mejor postor para llevarlos a cabo, reivindicándose en el centro del tablero político, desde donde se puede negociar mejor, y no en el extremo, donde, afirmó, que se encuentra Podemos.

El político catalán fue el último en intervenir. El mitin lo abrió Carolina Punset, portavoz en las Corts, quien calificó al líder de su formación como «el Messi de la política» y resaltó que sus propuestas se basan «en la vida real de la gente».

«Los amigos de ETA»

Del PSPV Punset dijo que viven en un «permanente lamento», por lo que lanzó un mensaje al presidente Ximo Puig: «basta ya de llorar». También se dirigió a Elena Bastidas, candidata del PPCV, ya que ésta declaró antes que «ningún valenciano de corazón puede votar a Rivera».

Ante esto, Punset se preguntó si «los valencianos de corazón» son «¿los del PP?, ¿los que han saqueado la Comunitat Valenciana?». Asimismo, también hubo recado para Compromís, de los que aseveró que van «de la mano de los amigos de ETA», en referencia a la relación de Podemos y Bildu en el Senado. Del partido liderado por Mónica Oltra añadió que se mueven «en el terreno ideológico, pero aportan pocas propuestas que cambian la vida de los ciudadanos».

Como «agitador» también intervino Toni Cantó, número dos al Congreso por Valencia, que siguió con las críticas a los otros partidos. Cantó explicó que «la derecha acusa a C´s de ser de izquierdas, y la izquierda de derechas», lo que calificó de buena señal. Él les tildó de ser «una política vieja y desfasada» que «se reparte poltronas y privilegios», a quien acusó de crear un discurso «del miedo» contra C´s.

Por su parte, Vicente Ten, número uno por Valencia, aventuró que el 20D será el «fin del bipartidismo» y que la gente «quiere cambio, regeneración y nuevos proyectos como los nuestros». Fue el único de los cuatro oradores que se animó a reivindicar «la nostra llengua», con cuatro frases en valenciano.

Rivera hizo hincapié en la necesidad de «poner a la C. Valenciana donde se merece, pero no desde la identidad» y afirmó que es «el momento de demostrar que a los valencianos sí que les importa la corrupción». Destacó algunas de sus propuestas estrella, como el contrato único o un pacto educativo, y se mostró muy contundente en la lucha contra el terrorismo internacional. «Es la batalla más difícil de Occidente y no la vamos a librar pensando en pequeño», expresó.

En clave valenciana, recalcó la necesidad del corredor mediterráneo y la reforma de la financiación, pero sin hablar «de identidades, agravios ni derechos históricos». «No enarbolamos banderas identitarias», matizó. Afirmó estar hablando «de tú a tú a los partidos tradicionales», y lo único que prometió es «responsabilidad» si gobierna. Y es que, «nadie puede dar la espalda a la C. Valenciana si quiere gobernar España», sentenció el candidato a la presidencia.

«Parecía que veníais a un concierto de rock»

«Ahí viene, ahí viene» . Y tras una marea de flashes, focos y cámaras se intuía a Rivera y a la comitiva que le acompañaba y caminaba junto él con aire triunfal. Al grito de «Presidente, presidente», los más de mil asistentes al acto electoral se ponían en pie cada vez que ovacionaban a Albert. Un baño de aplausos que recibía el líder de Ciudadanos hasta cuando apareció en uno de los dos vídeos que se proyectaron. A esto, el político catalán respondió diciendo que «con vosotros me iría al fin del mundo», como en las mejores historias de amor.

A este multitudinario recibimiento y a la ilusión de los simpatizantes también se refirió Toni Cantó. Afirmó que viendo a los presentes «parecía que veníais a un concierto de rock». Y es que, a Albert Rivera solo le faltó ser manteado por el público.