Su tono es amable, monocorde, concentrado. Suena a trabajo casi culminado. Como el ciclista que gira con las fuerzas recobradas la vigesimoprimera y última curva del mítico Alpe d'Huez después de haberse escapado de un pelotón consentidor, incrédulo y autosuficiente. Sufrió una pájara a mitad escalada de la que se ha recuperado casi al final. Aún desconoce qué lugar del podio ocupará en la General. Lo que sí sabe es que su hazaña, su gesta de enterrar la calma de los dos eternos ganadores y alterar para siempre el ritmo de la carrera, le valdrá pasar a la leyenda de la competición. O bien cambiando el maillot morado por el amarillo líder, o bien inscribiendo su nombre en una de las curvas de esta montaña por su combatividad.
¿Ve más cerca la presidencia del Gobierno o el retorno voluntario a la Universidad?
Veo mucho más cerca la presidencia del Gobierno. La campaña nos ha ido bien y llegamos con muchas posibilidades de ganar.
¿En ningún caso se plantea dimitir la noche electoral?
No: los próximos ocho años, como mínimo, voy a dedicarme a esto.
Dijo que la izquierda tiene que aprender a vestir el traje de la victoria. ¿Cuál es?
Se ha demostrado en estos dos años que puede construirse un proyecto político de cambio en España en el que se sienta a gusto la gente con independencia de donde venga. Yo soy de izquierdas. Pero hemos conseguido forjar un proyecto que se fundamenta en la decencia, en la democratización de la economía y en un nuevo compromiso histórico para nuestro país donde cabe gente con procedencia diferente. Es bueno que el cambio político, la transformación o la defensa de los derechos sociales se conviertan en patrimonio de una mayoría social, y no sólo de la izquierda.
El 15M pedía que el miedo cambiara de bando. ¿Usted se ha distanciado de su bando original para no dar miedo?
Hemos demostrado que tenemos un programa para gobernar y que somos la mejor expresión electoral de lo que significó el 15M. Miedo dan otros: los corruptos, el paro, la precariedad. Da miedo no llegar a fin de mes y no poder comprar material escolar a tus hijos. Lo que nosotros defendemos es que, por fin, la gente sea protagonista de un cambio en nuestro país.
¿Y las renuncias no pesan?
No hemos renunciado a nada de lo que nos hizo nacer, que es trabajar por la gente y hacer las cosas mejor.
«Telecracia» y «sondeodependencia». Si Gramsci levantara la cabeza?
Gramsci entendió muy bien la importancia de aquellos dispositivos que, en última instancia, conforman la manera en que la gente piensa. Es su concepto de «hegemonía». Ahora la cultura se expresa también a través de los medios de comunicación. Eso es algo bueno. En algunos debates televisivos han ocurrido cosas políticamente importantes y saludables. Y me alegro de haber participado en ello.
¿Y le gusta la influencia enorme de las encuestas?
Las encuestas no son decisivas. Estos últimos años han demostrado que las encuestas no han coincidido con lo que la gente finalmente vota. Incluso las encuestas más conservadoras muestran que Podemos está de remontada. Hay que respetarlas. Pero en democracia decide la gente, no las encuestas.
Diga una razón por la que no votar a Rajoy, Sánchez y Rivera.
Lo que ha de hacer la gente es votar en conciencia y leyéndose los programas. Mi opinión personal es que Rajoy y el PP representan la corrupción y la desigualdad. El Partido Socialista, por desgracia, muestra un gran contraste entre lo que dice en campaña y luego hace cuando gobierna. ¡Ya ha tenido muchas oportunidades de demostrar que podían hacer las cosas de otra forma! Y en el caso de Ciudadanos, llevan unos meses en los que han demostrado alejarse de la regeneración. Por ejemplo, con su propuesta en la violencia machista de erradicar la eliminación del agravante si el agresor es hombre.
Zygmunt Bauman habló de la sociedad líquida. Pero la política ya parece gaseosa. ¿Tiene fundamento tanto vaivén del electorado o es un reflejo de cómo venden la moto a unos motoristas muy poco preparados?
Zygmunt Bauman es un grande. Sin embargo, lo que está ocurriendo en nuestro país es un proceso de transformación histórica que yo defino como una Nueva Transición. En procesos de cambio como éste, ocurren cosas que políticamente son difíciles de prever. De todos modos, es una buena noticia el protagonismo político de la gente.
¿Pero ve razón para tanto vaivén en las encuestas?
Nuestro país está cambiando para bien. Lo que sucedió en las municipales, tras las que empezamos a gobernar en las ciudades más importantes, es una magnífica noticia. La gente está siendo la protagonista de la transformación. Y eso ocurrirá el día 20, que vamos a ganar.
El PSOE aflojó su puño de izquierdas y la rosa se le mustió. ¿A Podemos el círculo se le ha desecho?
En ningún caso. Seguimos defendiendo lo fundamental: democratizar la economía y acabar con la corrupción como forma de gobierno. Son los principios básicos para ganar las elecciones y poder transformar el país desde las instituciones.
¿Le da pena Alberto Garzón o el «asesino» de Izquierda Unida piensa que murió por suicidio?
A Alberto le deseo lo mejor. Creo que está llevando a cabo una tarea heroica para mantener con vida a una fuerza importante para este país, que ha hecho cosas muy buenas.
¿Y si su renglón en el libro de Historia Política dice así? «Pablo Iglesias: detonó el bipartidismo, cambió la forma de hacer política y allanó la segunda victoria de Rajoy al fragmentar la izquierda».
Estoy convencido de que el renglón acabará diciendo esto: «Ganó las elecciones del 20D y formó Gobierno».
¿De qué se siente más satisfecho sobre su contribución?
De la ilusión por la política que he generado en muchísima gente.
Dice Àngela Ballester que Valencia ha de ser capital del cambio. ¿Pueden ser primera fuerza en la izquierda valenciana?
Podemos ser la primera fuerza política en Valencia.
De Fabra y Barberá a Puig, Oltra y Ribó, ¿qué le parece el salto político de la Comunitat Valenciana?
Ha sido maravilloso y se han producido avances muy importantes. Que haya una agencia contra el fraude y la corrupción en el Consell, que se haya firmado un acuerdo con Transparencia Internacional „que es histórico entre las comunidades autónomas„, las cien medidas contra la corrupción que se han aplicado? Creo que la presencia de Mònica Oltra, de Ximo Puig y de Podemos está haciendo que la Comunitat Valenciana avance hacia un futuro prometedor.
¿Cómo resumiría el cambio que ha experimentado?
Valencia era tema de conversación cuando se hablaba de la mala gestión y la corrupción. En cambio, ahora todo el mundo habla de su vicepresidencia como un ejemplo de gestión responsable y de gestión ética. Para mí es un honor trabajar y contar con Mònica Oltra y los compañeros de Compromís, hablándonos de igual a igual, para conseguir el cambio en la Comunitat Valenciana y España.
El presidente de las Corts Valencianes y socio de Mònica Oltra, Enric Morera, le pedirá hoy un concierto económico para los valencianos inspirado en el modelo vasco y el navarro. ¿Lo ve bien?
Valencia necesita una financiación justa. Es la única comunidad pobre que aporta más de lo que recibe y eso se tiene que corregir. Cuando gobernemos vamos a trabajar en ello.
¿En forma de concierto?
La fórmula es lo de menos. Yo soy favorable al concierto y cupo vasco, y soy favorable a una financiación justa de la Comunitat Valenciana que cambie la situación actual, que provoca que los valencianos estén por encima de la media española en riesgo de exclusión social. Eso responde a un sistema de financiación autonómica imperfecto. Nosotros trabajaremos por otro justo.
Gobernar es priorizar. ¿Le preocupa más el terrorismo yihadista o la violencia machista?
En ningún caso se puede establecer una jerarquía de prioridades. Ambos son problemas graves y tienen que ser respondidos con políticas eficaces.
Si los que murieran fueran hombres, ¿qué ocurriría?
La violencia machista es un problema grave. Y quien no entienda que, en este país, el agravante al penar el machismo es un avance en la lucha contra la violencia machista y a favor de las mujeres, se equivoca. Cuando veo que Ciudadanos no entiende lo que significa el agravante de pena cuando estos delitos los comete un hombre, me parece que es no estar del lado de las mujeres en los avances conseguidos en los últimos años. Se equivocan.
¿La izquierda subestimó a Rajoy como candidato?
Mariano Rajoy no debería ser candidato si no está dispuesto a debatir con el resto de aspirantes. Y no hubiera sido así si no hubiese enviado los SMS que envió a Bárcenas. Incluso por respeto a los votantes del PP debería haber estado dispuesto a debatir.
El caso es que es el candidato y no le va mal en las encuestas?
Creo que le vamos a ganar las elecciones este domingo. En cualquier caso, las encuestas dicen que el PP va a obtener el peor resultado de su historia.
¿Cuándo se jodió el Perú en Podemos: con Monedero, Syriza o el surgimiento de Rivera?
Podemos era una fuerza que aspiraba a ganar las Elecciones Generales y seguimos siéndolo.
Siempre ha presumido de autocrítica. Adelante: ¿Cuál fue el momento más delicado?
En algunos momentos se nos ha notado enfadados. Y las cosas se explican mucho mejor sonriendo y con pedagogía.
«No olvide y sonría», pidió en debate a cuatro. De su travesía, pase lo que pase, ¿qué no olvidará y a qué sonreirá de todo lo vivido?
No olvidaré nunca los abrazos y las sonrisas de la gente. Y creo que sonreiré mucho el domingo cuando gane.
