Compromís se dispara en la Marina Alta. Su alianza con Podemos hizo que ayer diera un estirón electoral de primera. Es un partido ahora mismo sin techo en la comarca. Ayer fue el más votado en la plaza de más lustre, Dénia, donde logró 5.481 votos, un resultado histórico. Adelantó a un PP que respecto a las generales de 2011 se dejó 3.783 sufragios.

A pesar del desplome, los populares fueron la segunda fuerza más votada. Su único consuelo tanto en Dénia como en la Marina Alta fue que anoche el PSPV también se dio un batacazo de aúpa y, además, quedó relegado a tercera fuerza. Compromís los ha puesto a ambos contra las cuerdas.

Además de en Dénia, los valencianistas triunfaron en otras plazas fuertes, como Pego, Pedreguer, Xaló, Ondara o Els Poblets. Y ya acechan los feudos históricos de los populares. En Calp, le pisan los talones a un PP que perdió 1.296 votos respecto a las últimas generales. Su alcalde y presidente de la Diputación, el popular César Sánchez, no consiguió frenar la caída.

En Xàbia, otro pueblo donde en las generales los populares ganaban sin despeinarse, Compromís y Podemos también se quedaron a un puñado de votos de la victoria. Aquí el candidato del PP por Alicante, José Manuel García Margallo, quien tiene casa en Xàbia y afirma que es su pueblo de adopción y al que se retirará, no logró frenar la sangría. Los conservadores se dejaron 1.751 votos.

Los valencianistas celebraron a lo grande su triunfo en Dénia. También fueron los más votados en pueblos del interior que hasta hace nada eran populares. En esa Marina Alta más rural, Compromís le discute ahora de igual a igual el poder a los populares.

Victorias pírricas del PP

Mientras, el PP se impuso en el Poble Nou de Benitatxell, Gata (Compromís se quedó, sin embargo a nada), Teulada o Benissa. Pero fueron victorias pírricas. Un signo positivo para los populares es que Ciudadanos no despegó en la Marina Alta. No es, de momento, alternativa.

En los tres municipios de más población, Dénia, Xàbia y Calp, el partido de Albert Rivera arañó bastantes votos que antes pertenecían al PP. Pero su pujanza es relativa.

Mientras, los alcaldes del PSPV asistieron ayer con un punto de asombro al desplome de su marca. Han intentado tirar del carro. Esperaban insuflar ese aire de cambio que sí encarnaron en las municipales. Pero los socialistas vivieron una noche aciaga, negrísima. Ni siquiera lograron un resultado esperanzador en pueblos donde arrasaron en las locales. En Xàbia, donde su alcalde José Chulvi logró una mayoría absoluta apabullante, quedaron ayer relegados a tercera fuerza. Compromís, que solo tiene un concejal frente a los 14 socialistas, los adelantó con holgura.

En Dénia, el alcalde del PSPV Vicent Grimalt tampoco logró impulsar la marca. Al munícipe pegolino Enrique Moll le ocurrió lo mismo. La decepción de los socialistas era anoche evidente. Sus siglas se desinflan.

En mayo, los socialistas se frotaban las manos. Habían conquistado Xàbia, Dénia y Pego. Y los pactos con Compromís les abrían las puertas de un puñado de alcaldías. Los candidatos del PSPV que entonces alcanzaron las alcaldías despertaron ayer a una cruda realidad: el PSPV pierde poder; Compromís aliado con Podemos le ha pasado por delante como una flecha.

El sur es todavía del PP y el norte vira hacia Compromís

En la Marina Alta, a la política siempre se le busca una interpretación geográfica. El Montgó marca una frontera. Ayer más que nunca. En los pueblos que están al sur, esto es Xàbia, Teulada, Benitatxell, Benissa y Calp, el PP fue el partido más votado. Su dominio, eso sí, se resiente. Compromís se acerca a toda prisa. Pero los populares entonan en estos municipios el discurso de la resistencia. Mientras, al norte del Montgó, han cambiado las tornas. Aquí Compromís se ha hecho fuerte. Su victoria en Dénia lo catapulta. Los valencianistas han encontrado en Podemos su socio electoral perfecto. Son fuertes en el municipalismo. Pero anoche lograron más votos que en las locales.