El Bloc, ahora miembro de Compromís-Podemos, se quedó a dos décimas de entrar en las Corts Valencianes. Lo mismo le pasó durante años a Esquerra Unida del País Valencià. No fue hasta 2011 cuando se pudieron ver cuatro partidos políticos diferentes sentados en los escaños. Es por esto que, durante mucho tiempo, ha sido una eterna reivindicación de la izquierda la modificación de la ley electoral valenciana que obliga a cualquier partido político a sacar al menos un 5 % en las elecciones autonómicas para poder optar al reparto de escaños. Es lo que se conoce como la barrera del 5 %. Ahora que la izquierda gobierna y que Ciudadanos también reivindica la medida, todo hace preveer que esa barrera será destruida o, al menos, rebajada.

Si esta situación se diera, y siempre según la extrapolación de datos de las elecciones generales del pasado domingo 20 de diciembre, Esquerra Unida volvería al parlamento valenciano con 3 escaños. Dos de ellos logrados por Valencia y el tercero por Alicante gracias al 4,7 % obtenido y sus 68.759 votantes. Con este resultado el último síndic de EUPV, Ignacio Blanco, lo seguiría siendo, y sus tres diputados serían decisivos para volver a inclinar la balanza del Consell hacia la izquierda. Así, y siempre que Compromís y Podemos acudieran juntos a las elecciones, EUPV sería decisiva para poder formar gobierno. Un gobierno, que, ahora sí, estaría previsiblemente liderado por Mónica Oltra y sus 25 diputados frente a los 22 diputados que obtendía el PSPV, en este caso los mismos que los obtenidos el pasado 24 de mayo y que permitió a Ximo Puig llegar a ocupar la presidencia de la Generalitat en coalición con Compromís y con el apoyo externo de Podemos.