Tras las generales del domingo, el PP castellonense tiene más razones para el optimismo que el PSOE, ya que el primero mejora el resultado de las autonómicas, mientras que el segundo prosigue su descenso.
El PP ha perdido en la provincia 58.000 votos respecto a las generales de 2011, con una caída de 20 puntos porcentuales. Sin embargo, presenta signos de recuperación respecto a las autonómicas de mayo, al lograr 12.000 apoyos más. También supera en 2.000 votos el resultado de las municipales.
Los populares consideran que esta evolución constata la tendencia al alza del partido tras tocar fondo en los comicios de mayo. Además, destacan su condición de referencia indiscutible del centro-derecha al haber superado en 50.000 votos a Ciudadanos. Señalan que las generales marcan un punto de inflexión y son el primer paso hacia la reconquista de los ayuntamientos en las municipales de 2019. Por otra parte, el fuerte retroceso electoral apenas ha mermado la representación del PP castellonense en las Cortes Generales, ya que sólo ha perdido un diputado (se queda con dos), mientras que mantiene los tres senadores.
El PSOE, en cambio, sigue cotizando a la baja. Los socialistas de Castelló retroceden 3.000 votos respecto a las autonómicas y 17.000 respecto a las municipales. La situación es preocupante porque en Valencia y Alicante el PSOE sí que ha cosechado más votos en las generales que en las autonómicas, cosa que no ocurre en Castelló. El dato positivo es que en la provincia norte es donde el PSOE ha conseguido el porcentaje de apoyo más elevado, con un 21,5 %, frente al 18,9 % de Valencia y el 20,9 % de Alicante.
Los socialistas no han sabido aprovechar la plataforma institucional de la Generalitat ni que el castellonense Ximo Puig es el jefe del Consell. Los nuevos alcaldes tampoco han ejercido de reclamos electorales. En la ciudad de Castelló, el PSOE sólo ha logrado un centenar de votos más que en las municipales, mientras que el PP suma 5.300 más que en mayo. Más llamativo es lo ocurrido en Vila-real, donde el PSOE obtuvo mayoría absoluta en las municipales, mientras que en las generales ha quedado relegado a la tercera posición, perdiendo casi la mitad de apoyos.
El espectacular resultado obtenido por Compromís-Podemos en Castelló queda empañado al no haber repetido éxito en las votaciones al Senado. La candidatura ha logrado 74.000 votos en las elecciones al Congreso, pero pierde 12.000 sufragios en las de la cámara alta, quedando en tercer lugar. Una diferencia que tiene que ver con el «mailing» electoral, ya que hizo un envío masivo de las papeletas del Congreso, pero no hizo lo propio con las del Senado al no haber suficiente presupuesto. Esta ha sido la causa que, según Compromís-Podemos, explica que no haya arrebatado al PSOE el cuarto de los senadores en juego.
