La ciudadanía ya pasó factura al PP por los casos de corrupción pero la sucesión de episodios, como el de ´Taula´ que estalló tras el 20D, siguen marcando la agenda de pactos. Y continúan siendo el cordón sanitario que aísla a Mariano Rajoy. Se lo recordó ayer Albert Rivera, que aterrizó en Valencia para lanzar la precampaña en que se presenta como el hombre «sensato», facilitador de acuerdos y alternativa de cambio constructivo frente al «extremismo» de Podemos.

Con este PP de Rajoy no hay acuerdo posible, vino a decir Rivera. «¿Alguien piensa que Ciudadanos va a gobernar con un partido que mantiene a Rita Barberá en la comisión permanente del Senado? ¿Un partido que acepta el chantaje de quien amenaza para no tirar de la manta? No podemos tener un Gobierno chantajeado, con las manos atadas por la corrupción de su propio partido», dijo Rivera, que se compromete a suprimir el aforamiento.

La presunta corrupción del PP fue ayer prácticamente la única aportación ´valenciana´ al relato de Albert Rivera. «La Comunitat Valenciana representa lo que no queremos y también las oportunidades: gente creativa, recursos, grandes empresas, exportaciones... Los gobiernos valencianos no han estado a la altura de los valencianos». Hasta ahí llegó la lectura valenciana de su visita.

El líder de Ciudadanos, en una tórrida mañana en la Marina Real, lanzó el lema de campaña „«Tiempo de acuerdo, tiempo de cambio»„ y el vídeo electoral ante la plana mayor de su partido, incluida la catalana Inés Arrimada y el secretario de Organización, Fran Hervías. También los candidatos por Valencia, Toni Cantó, y la alicantina Marta Martín.

El acto tenía rango estatal y Rivera esbozó las líneas maestras de su campaña. Por un lado, pacto de no agresión con el PSOE, al que apenas mencionó. Lo que significa que o bien pretende mantener la buena sintonía con su ´socio´ tras el 20D, o bien quiere sacar de los focos a quien competirá con él por el centro del tablero, postulándose como hace Pedro Sánchez como la alternativa entre dos extremos: PP y Podemos. Rivera equiparó a Rajoy e Iglesias en «egoísmo»: «La silla pesa más que España», dijo, y los acusó de ser responsables de que no haya gobierno.

Rivera, según se vio ayer, tratará de seducir a las clases medias, e incluso se dirigió a los que han encontrado en Podemos un refugio para su enfado: «Podemos hacer dos cosas: acertar y tener un cambio a mejor, superarnos, o podemos conformarnos, cabrearnos y tener un cambio a peor». «A veces es necesario cabrearse, pero no estamos aquí para vengarnos, sino para superarnos», deslizó Rivera, que se presenta como el voto útil para que haya gobierno.