Los cuatro cabezas de cartel valencianos a las generales del 26 de junio arrancaron ayer la campaña con un debate inédito, organizado en la Universitat de València por la Cadena Ser, en el que las preguntas de los propios candidatos animaron una puesta en escena que esta vez resultó menos encorsetada.

La candidata del PP, Elena Bastidas, apeló a la estabilidad que, dijo, proporciona su formación, con datos como los 34 meses seguidos creando empleo o la rebaja de impuestos anunciada por Rajoy. Ello, en opinión de Toni Cantó (C's), esconde la verdadera cara del Gobierno, que por carta promete a Bruselas recortes mientras en España anuncia menos impuestos.

El líder de A la Valenciana, Joan Baldoví, sacó pecho porque su grupo ha conseguido visibilizar el problema valenciano en Madrid, según dijo, aunque la socialista Ana Botella le reprochó que Compromís rechazara sumarse a un «Gobierno del cambio» con Pedro Sánchez, a imagen del Consell. Según Botella, el PSOE ha demostrado que es el partido que mejor gestiona la diversidad y más ha buscado los consensos.

Esa búsqueda de acuerdos también se la arroga Ciudadanos: Cantó espera que los valencianos «sepan distinguir entre quienes aceptaron la llamada del Rey a intentar formar un Gobierno y quienes prefirieron fumarse un puro», lanzó. «Seremos decisivos para el cambio, frente a quien nos quiere llevar a los tiempos pasados de recortes», lanzó.

Baldoví reafirma que su formación insistirá en un gobierno a la valenciana, capaz de asumir una agenda con los problemas de este territorio, lamentó que el retraso del modelo de financiación obligue a los valencianos a financiarse a través de créditos y deploró que el PP no haya hecho nada en financiación en cuatro años de mayoría absoluta.

«Moderación frente a radicalidad»

En cambio, Bastidas sostiene que el problema de la financiación viene de la transición, cuando el PSPV no supo negociar adecuadamente las transferencias del Estado y defendió que el PPCV siempre ha sido reivindicativo con cualquier Gobierno. Ante las críticas por la inactividad de cuatro años sin reformar el modelo de financiación, remachó que fue el PSOE el que trajo en 2009 «un modelo nefasto».

«El PP ofrece libertad, empleo y seguridad, somos la Valencia moderada frente al radicalismo que pone en peligro la convivencia constitucional». Para Botella, el PP es el partido de los recortes, y para A la Valenciana y C's, el de la corrupción.