­«Lo llaman democracia y no lo es» fue uno de los lemas más repetidos durante las manifestaciones de indignados de 2011. ¿Qué le faltaba para ser democracia? Entre otras cosas, más participación ciudadana. Este se ha convertido en uno de los conceptos más repetidos en discursos y programas electorales de partidos de todos los colores políticos, porque todos tomaron nota de aquellas protestas y de lo que allí se pedía. Ante unas nuevas elecciones generales, ¿qué ha sido de este reclamo? Tras un año de gobierno «del cambio», ¿cuánto se han abierto las instituciones valencianas a la ciudadanía?

Según reconoce a Levante-EMV Aitana Mas, directora general de Transparencia y Participación Ciudadana, «todavía queda mucho por hacer». De momento, esta semana se esperaba que se hiciera público el reglamento de participación, un primer borrador para poner en marcha el Consell de Participació Autonòmic. Se trata del paso previo a crear este órgano, aunque como hay que predicar con el ejemplo, el borrador se tiene que someter a un proceso de debate. «Se espera que para noviembre o diciembre se ponga ya en marcha el Consell de Participació», explica Mas. De este organismo saldrá la futura ley de participación.

Hasta que esto ocurra, se han aprobado algunas medidas para acercar la política institucional a la ciudadanía. Como por ejemplo, colgar en un foro los anteproyectos de ley, órdenes o decretos que las Corts van tramitando. Se trata de un «proyecto piloto a través del cual la ciudadanía puede escribir sus aportaciones o sugerencias a estas normas que se cuelgan durante su periodo de exposición pública o antes de su aprobación final», señala la directora general.

Desde que arrancó la idea, allá por el mes de febrero, ha habido una treintena de aportaciones, 25 de ellas de una misma persona, relata Mas. En la parte de exposición pública ha habido unas 10 o 15 sugerencias, «depende del tema». «Sin duda, falta fomentarlo muchísimo y publicitarlo más. No existe la cultura de la participación, pero lo conseguiremos poco a poco», esgrime la directora general.

El escaño 100

Desde Podemos, uno de los partidos que ha hecho de la participación ciudadana su bandera, critican que en un año no se haya convocado siquiera la comisión. «Nos gustaría que las instituciones escucharan más a la ciudadanía, que la gente pudiera entrar a las Corts a hablar directamente», explica Sandra Mínguez.

En su caso, señala que se reúne semanalmente con asociaciones y particulares que le escriben lo que quieren dirigir a la cámara y ella lo lee, tanto en el hemiciclo como en comisiones.?«Soy la voz que lo lee, pero deberían poder hacerlo ellos mismos», lamenta la diputada. En este sentido, destaca que su formación planteó crear el escaño 100 (en las Corts hay 99), para que sirviera de tribuna para aquellos que quisieran llevar sus sugerencias o peticiones hasta el mismo corazón del poder legislativo valenciano. Finalmente, la propuesta no se llevó adelante.