Segunda campaña electoral en seis meses. ¿Qué ha sobrado y que ha echado en falta?
Si tengo que echar algo en falta es no habernos centrado más en las propuestas positivas para la Comunitat Valenciana que tiene el PP. En el fervor de la campaña, se hace más hincapié en las comparación de programas. Y quizás se podría ahorrado más en propagada ya que buena parte de la intención de voto se fragua en medios de comunicación y las redes sociales.
El PP ha centrado su campaña en alertar del riesgo de exportar a Madrid un gobierno a la valenciana. Que se sepa tras un año de cambio, el cielo no se abierto?
Mucha gente se está dando cuenta de lo que está pasando en el tema educativo. El problema es eliminar la libertad en distintos campos para imponer la ideología imperante. Que esto se exporte a nivel nacional, me preocupa y mucho.
Volviendo al miedo. ¿Qué pueden temer los valencianos de candidatos como Joan Baldoví?
Tengo una extraordinaria relación con Baldoví, ha sido alcalde de mi comarca, pero desgraciadamente su candidato es Pablo Iglesias. Y de Iglesias y otros candidatos solo sabemos que manejan la oratoria. Son unos magníficos charlatanes de feria, que podrían venderte un crecepelo o cualquier cosa. Mucha gente ha comprado su discurso, pero no tienen experiencia de gestión. Baldoví es una persona cordial pero tiene una ideología marcadamente catalanista, nacionalista e independentista. A pesar de esa aureola que quieren adjudicarse de que son ´A la Valenciana´, hoy nadie duda de ni son ni más ni menos valencianos que el resto porque están supeditados a un partido nacional.
¿Ve ahora factible ese acuerdo PSOE-Podemos?
Hemos escuchado muchas veces a Pedro Sánchez decir que no sumaban, ergo, si suman en esta ocasión sí se puede fraguar esa alianza de extrema izquierda. Dependerá del alma del PSOE que se imponga, la más moderada o la de la nueva ornada de dirigentes socialistas, entre los que está Ximo Puig.
¿Qué consecuencias cree que tendría la entrada de Podemos en el Consell?
Habrá que ver las políticas de pactos porque puede ser que se tambalee no sólo el gobierno de la Comunitat sino muchos ayuntamientos. Estoy convencida de que el 26J tendrá consecuencias. Es un secreto a voces las malas relaciones entre Compromís y PSOE y dentro del propio Compromís entre el ala podemita que representa Mónica Oltra y el ala del Bloc, más nacionalista. Hay una lucha fraticida latente y puede ser que la puntilla la dé la política de pactos a posteriori.
¿Si hay sorpasso de la izquierda al PP en la Comunitat Valenciana sería un fracaso para Isabel Bonig?
El PP sale a ganar. No es lo mismo competir con dos que con tres partidos, pero bueno, la política no son matemáticas. Estoy confiada que el PP será el partido principal aunque no vaya a ver una gran diferencia.
¿Y si no fuera así?
Lo que determinaría el fracaso es la comparativa con las pasadas elecciones. Si hemos aumentado respeto al 20D significa que se está invirtiendo la tendencia y que el PP gana apoyos con el objetivo de 2019.
Hablando de 2019. ¿Ve factible reconquistar la Generalitat?
Habrá una confrontación de modelos y con pena le digo que el PSPV pasará a la irrelevancia política. Sólo se confrontará el modelo del PP con el nacionalismo más duro y desgarrador de Compromís y su cuadrilla. Si ellos tienen más votos estas elecciones se van a sentir más legitimados para imponer su ideología, ese es el peligro. Están contenidos por la cercanía electoral, pero no van a tener pudor ni reparo si mejoran resultados. Vamos a poder ver la verdadera cara del nacionalismo en la Comunitat Valenciana.
¿Cree que con todo lo que ha llovido, el PP está regenerado para afrontar la vuelta al poder?
Estamos en el camino. La cúpula de PP de ahora tiene pasado, pero un pasado inmaculado. Muchos de los dirigentes que representaron la Comunitat durante muchos años, ya no están. Perder la Generalitat fue un punto de inflexión y esa regeneración no tiene vuelta a tras. Continuará con los congresos y seguirá con la renovación de mensajes que es fundamental desde la oposición. Insisto en que se enfrentarán dos modelos, el que representa el PP y el modelo del nacionalismo más duro y desgarrador si hay incremento de votos después del 20D.
¿Importa los problemas valencianos en Madrid?
Objetivamente debemos sentirnos mimados y bien tratados por el Gobierno del PP, ahí están los datos del FLA y las inversiones. Es verdad que subjetivamente se ha trasladado esa idea de ninguneo y nosotros deberíamos haber machacado más los números para que los valencianos se sientan queridos y como la autonomía más querida.
