«Ahora que la situación es mejor, me hubiera gustado seguir, pero entiendo que hay que dejar paso a caras nuevas». Con estas palabras definía ayer sus sensaciones el concejal de Hacienda del PP Silvestre Senent, que no repite en las listas electorales y que ayer, por tanto, celebró su ultima Comisión de Hacienda. Se marcha, de todas formas, «muy satisfecho» por el trabajo que ha realizado durante estos «complicados» años, que ha permitido rebajar la deuda sin necesidad de hacer ningún ERE y con superávit todos los años . «Dejo el ayuntamiento saneado para el que venga detrás», afirma sin reservas.
No fue la de ayer una Comisión de Hacienda al uso. Era la última de la legislatura y también la última que presidía Silvestre Senent, que lleva en el cargo desde 2003 y que no repite en las listas del PP para las próximas elecciones municipales. Así pues, además de aprobar las cuestiones del orden del día, era también tiempo de evaluar lo realizado y valorar su salida del equipo de Gobierno.
Según Senent, estos últimos cuatro años «han sido muy complicados», con una crisis muy fuerte y muchas medidas del Gobierno de la nación dirigidas a las administraciones locales. «Había que ajustar las partidas al máximo posible sin perder calidad en los servicios», explica. Y ha habido también que reducir la deuda municipal, pues aunque el Plan de Pago a Proveedores impuesto por el Gobierno es una de las medidas de las que más orgulloso se siente —permitió inyectar dinero a las empresas, recuerda— elevó la deuda en 2012 hasta los 964 millones de euros, una de las más altas de España.
Eso obligó a dirigir mucho dinero a este menester para rebajar paulatinamente la cuantía y poder terminar este año en curso en 703 millones de deuda, la mas baja desde que es concejal. Pero se ha hecho sin necesidad de despedir a nadie, dice, y cerrando los presupuestos con superávit todos los años.
Doble reflexión
Senent admite que la partida sacrificada han sido las inversiones, pero cree que bajar la deuda y liberar dinero de los intereses ha permitido ya este año volver a subirlas. En fin, que los tiempos empezaban a cambiar, lo que le lleva a otra reflexión a caballo entre la gestión y la política pura. «Con una situación mejor como la que viene y después de pasar años muy duros, a uno le hubiera gustado seguir», dice. Aún así, no hace ningún reproche a nadie. Admite que «hay que dejar paso a caras nuevas» y lo entiende.
Se permite incluso el lujo de terminar su periplo como Concejal de Hacienda avanzando en uno de los problemas que se le han resistido toda la legislatura, que es el cobro de la deuda de la Generalitat Valenciana, que ronda los 40 millones de euros. Según explicó Senent, el nuevo Fondo Social del Estado les permitirá cobra 17 millones, lo que aligera esa carga y da un nuevo empuje a las arcas municipales.
