Eduardo Gómez (51 años, casado y con dos hijas) es el candidato de UPyD a la alcaldía de Valencia. Doblemente licenciado y superamo de casa, afronta este proyecto con ilusión y con todas las expectativas de obtener representación en la próxima legislatura. Su techo es ser alcalde, asegura. Y su deseo, recuperar la ilusión y la actitud de los valencianos sin pensar mucho en Ciudadanos, a los que califica como una suma de zaplanistas y Opus Dei.
Hace un tiempo me dijo que tenía dudas sobre su candidatura. ¿Cómo se ha animado?
Más que una decisión mía fue una decisión común. Mis compañeros me animaron, supongo que porque ven virtudes en mí que a mí me cuesta encontrar. Yo no soy políticamente correcto. Soy excesivamente pasional, un poco burro, de otra forma. Igual en otro partido no hubiera tenido cabida, pero en este sí.
Se dice de su candidatura que es joven y preparada. ¿Es una exigencia suya?
No, es el perfil de las personas de este partido. También te digo que tienen aptitudes y actitudes. Son gente que llevan cuatro o cinco años haciendo voluntariado político, gente que ha demostrado horas de vuelo. Y eso es lo que se ha valorado.
¿Qué es lo que ustedes, después de estos años de vuelo, quitarían de Valencia?
Valencia tiene una losa, que no sé si es justa o injusta, que es una cierta leyenda de corrupción, de mal nombre, sobre todo en los medios nacionales. Además tiene la losa de un Gobierno que no transmite energía ni ilusión ni ganas ni esperanza, sino estatismo, apoltronamiento...
¿Qué le aportaría UPyD a Valencia? ¿Cuál es su impulso?
En UPyD tenemos la etiqueta de un partido regenerador en un sentido amplio. Lo que nosotros queremos aportar a la política es actitud ilusionante, ganas, actividad, cambiar la actitud de los ciudadanos.
A nivel nacional han tenido un papel importante en muchas cosas. ¿Eso se puede trasladar a la política local?
Se puede trasladar y se ha trasladado. Las líneas rojas de Fabra vienen de un discurso nuestro de hace muchos años hablando de los imputados. Eso no lo hacía nadie más que nosotros. Ahora todo el mundo habla de los imputados en las listas. Y evidentemente el espíritu del partido de Madrid se va trasladando a las autonomías y a las administraciones locales.
¿En Valencia por dónde empezarían?
Si fuera alcalde lo primero que haría sería hablar con el concejal de Empleo, darle los instrumentos idóneos y decirle que se vaya por toda Europa a buscar empresas para que se radiquen en Valencia.
¿Cómo abordarían la corrupción?
En nuestro código está el tema de la corrupción y ni hay imputados en listas ni pactamos con quien lleve imputados en sus listas. Aquí en Valencia todos conocemos el caso del teniente alcalde y hay cuatro o cinco asuntos que pululan por el Ayuntamiento de Valencia como si fueran ectoplasmas: Emarsa, Feria Valencia, Fórmula 1. Nuestra postura en esto es inequívoca y firme.
¿Están dispuestos a facilitar gobiernos? ¿Cuáles son sus líneas rojas?
Al margen de que no haya ningún imputado en listas, nuestra filosofía es negociar. Estamos en una democracia y creemos que los nuevos gobiernos van a ser más plurales, con lo cual inevitablemente vamos a tener que ir a pactos. Nosotros pactaremos con quien se comprometa con nuestras políticas. No vamos a pactar con quien sea por quitar a Rita del Gobierno y también es cierto que hacer acuerdos con Rita, con la forma en que se ha manejado estos años, va a ser muy complicado, por la prepotencia y por la soberbia con la que se ha manifestado. Y por el Cabañal y por muchas cosas.
En este momento el panorama político es muy cambiante. ¿Qué sensación tienen en UPyD de lo que está pasando? Las encuestas hablan de hasta 7 partidos en el ayuntamiento.
En lo local estamos afectados también por la óptica nacional. La variabilidad de representación me parece bien. Lo que sí creo es que la representación tiene que ser lo más fiel a la realidad social y si la realidad social es de siete partidos es buena cosa, porque eso es riqueza. Las mayorías no tienen por qué ser malas pero pueden ser bastante malas. No hay ningún problema en que haya siete partidos.
¿Ustedes mantienen intactas sus aspiraciones?
Nosotros las mantenemos intactas por el trabajo que hemos hecho estos cuatro o cinco años. Hemos hecho el trabajo suficiente y tenemos el equipo suficiente para el día 25 estar en el Ayuntamiento de Valencia.
Ciudadanos les está haciendo una dura competencia.
Yo, si quieres, te doy un titular. Ciudadanos, por lo que yo conozco, son zaplanistas más Opus. Zaplanistas más Opus igual a Ciudadanos. Yo no sé si es bueno o malo, pero eso es lo que yo detecto. Es bueno que la gente lo sepa. A nivel nacional puede parecer otra cosa, pero aquí es eso.
¿Lo de Toni Cantó les ha hecho daño?
En el partido todos somos necesarios pero imprescindible no hay nadie. Ha hecho un trabajo bueno en el Congreso y si nos ha hecho daño o no ya lo sabremos.
Pensando en el día después de las elecciones. ¿Usted es partidario de la convergencia?
Yo no sé si eso estará sobre la mesa. Albert Rivera ha dicho que ya no les hacemos falta. Aquí desde luego, yo con ese tipo de personas no me veo. Yo aquí en Valencia no estoy por una convergencia, lo que pasa es que a nivel nacional Dios dirá. De todas formas, ahora ya es complicado porque a partir de mayo ya tendrán una estructura seria y no nos necesitarán.
¿Se marca un techo?
El objetivo es ser alcalde. En breve presentaremos el programa municipal, un programa muy centrado en el empleo. Somos conscientes de que las competencias no son muchas, pero creemos que el consistorio puede ser la locomotora del empleo si se hacen las cosas como se tienen que hacer. Llevamos medidas novedosas que pueden funcionar.
