«Quiero ganarme vuestra confianza y quiero que se lo digáis a todos los que se han ido de puente o al fútbol», remarcó Rita Barberá a su audiencia al inicio de la presentación de su programa electoral en el Casino de la Agricultura. En otros tiempos, uno de los feudos fuertes de los votantes del PP, habría estado repleto de fieles seguidores de la alcaldesa de Valencia, pero la festividad del 1 de mayo y el partido del Valencia en Vallecas propiciaron una tímida respuesta a su convocatoria. Apenas se completaron tres cuartas partes de un aforo de unos 140 asientos. Y eso que las primeras filas estaban ocupadas de concejales y asesores del partido. Barberá comenzó con media hora de retraso, pese a que se comentaba que ya andaba por las instalaciones. Entre el veterano público comenzaron a escucharse teorías que avalaban la tímida reunión. La más escuchada, que incluso llegaron a transmitir a Mayren Beneyto, es que muchos tenían decidido ya el voto por Ciudadanos. Nadie en el Partido Popular esconde que son los grandes rivales políticos en el esprint final de las elecciones autonómicas.

Precisamente a la formación de Albert Rivera dedicó buena parte de su intervención inicial, justo antes de desgranar su programa electoral. Criticó con dureza «la política de plató» que según Barberá practican formaciones como Ciudadanos, de los que dijo que no saben «si son de derechas o de izquierdas», tienen un programa electoral «de ocurrencias» y «quieren decidir el alcalde o alcaldesa de Valencia desde Barcelona». Acusó a C's de querer subir los impuestos, de considerar el aborto «un derecho» o querer legalizar la prostitución. «Que nadie se confunda», alertó a sus votantes, al tiempo que recordaba que todavía no ha oído hablar «a su candidato de aquí».

A Compromís les llamó «los Podemos Pancatalanistas» y les acusó de hacer «la campaña más sucia» de su vida política. Alertó Barberá de que la izquierda «está crecidita y movilizada», y reconoció que teme que sus votantes se abstengan o se confundan.

La otra media hora de su intervención sirvió para que la candidata del PP destacara los principales puntos de las «500 propuestas» de su programa electoral. Reiteró que bajará los impuestos „un 3% del IBI„; ofrecerá ayudas económicas para emprendedores y autónomos de 3.000 y 5.000 euros respectivamente; sacó a relucir sus 200 medidas sociales, entre las que está la construcción de apartamentos para la tercera edad o un plan de maternidad para menores de edad; y destacó el turismo como un sector clave para Valencia «mientras Ciudadanos se lo quiere cargar con impuestos».

Anunció que poco a poco se va sacando la «espinita» del Cabanyal y que el lunes el ayuntamiento concederá las primeras 27 licencias para reformas de casas y negocios. También puso énfasis en la promoción de la Marina Real o la construcción del Parque Central, cuyas obras comenzarán «la próxima semana». Explicó que quiere reformar cuatro grandes plazas de la ciudad: La Reina, el Ayuntamiento, Brujas y San Agustín. A pesar de que su conferencia fue en el Casino de la Agricultura, Rita Barberá no mentó ni una sola vez la palabra huerta. Cerró su locución con una sentencia: «Sin una mayoría suficiente, no gobernaremos, estoy segura».